Por Diego Carballido
Es viernes por la tarde y hay una orquesta armada en plena calle Humberto Primo. Guirnaldas cruzan de un extremo a otro las instalaciones de la escuela Don Bosco. Una imagen enorme pintada en lo alto del padre Edgardo Montaldo observa todo desde arriba. Nunca tan acertada la metáfora.
La muestra anual de todos los espacios comunitarios que funcionan en el Ludueña es una de las formas que tienen los vecinos de esta zona de la ciudad de demostrar que en el barrio pasan otras cosas además de los hechos policiales por lo que habitualmente se menciona al Ludueña.
«Este es el tercer año de una muestra que surgió como una propuesta de trabajo entre docentes de la escuela orquesta del Ludueña y la organización “Saltimbanqui”, a partir de un taller que se había organizado en la escuela donde participó el filósofo Darío Sztajnszrajber», explicó la psicóloga Patricia Villafañe, integrante de la organización “Desde el pie” y una de las personas encargadas de la organización, en diálogo con CLG. «A partir de ese trabajo, surgió la propuesta de sacar la escuela a la calle. También, porque fue un momento donde el establecimiento había sufrido un episodio de inseguridad y tratamos de no caer en la solución punitiva de exigir más presencia policial. En lugar de eso, decidimos mostrarle al barrio y al resto de la comunidad todo lo que se produce en los distintos espacios del Ludueña”, agregó Patricia.
Las imágenes de “Pocho” Lepratti y del padre Edgardo Montaldo son recurrentes en este barrio. Su legado se refleja en el nivel de organización y en la cantidad de grupos comprometidos socialmente que forman parte de la vida cotidiana de esta zona carenciada de Rosario.
«Luego de la muerte del padre Edgardo seguimos trabajando el tema de lo identitario. Es decir, ver aquello que nos convoca a trabajar en el barrio y que no se limita solamente a recibir un salario”, reflexionó Patricia. Y aseguró que “la muestra es todo lo que los diferentes espacios quieren poner a circular y compartir con las demás personas. Es una especie de síntesis de aquello que sucede todos los días».
Año tras año, va creciendo la cantidad de espacios que se suman a esta puesta en común del trabajo que a diario muchas personas realizan en el barrio. En el patio de la escuela Don Bosco se montaron numerosos stands con artesanías, las producciones de una cooperativa integrada por alumnos, juegos participativos, los trabajos de la escuela de herrería, comida, bailes y una radio en vivo amenizando toda la jornada.
En esta oportunidad, el lema central fue el recuerdo de la llegada hace 50 años atrás del padre Montaldo a la zona del Ludueña y de su trabajo incansable hasta su fallecimiento en diciembre de 2016, dejando una huella que perdura en muchas de las instituciones del barrio. “Hoy queremos recuperar y multiplicar una de las mayores virtudes de Edgardo, la capacidad de imaginar un futuro común, más justo y feliz, sobre todo en los tiempos feroces que nos atraviesan”, proclamaba una de los afiches donde se promocionaba la muestra.
«Este año tuvimos que ajustar los tiempos y el escenario por la gran cantidad de propuestas que tuvimos», comparte con alegría Patricia. Sucede que, prácticamente, todos los espacios que tienen una función social en el barrio quisieron mostrar sus producciones, por eso hubo exposiciones de la escuela primaria “Luisa María de Olguín” Nº 1027, la escuela secundaria “Don Bosco” Nº 3127, la escuela de oficio “Nazareth” que también funciona como EEMPA, la Escuela Orquesta del barrio Ludueña, el centro de niñez y centro de día de «Padre Misericordioso», la organización barrial «Desde el pie» –que aborda la problemática de la violencia de género y el abuso sexual en la infancia-, el centro de día Saltimbanqui, el jardín de infantes Belén y la Intersectorial del Barrio Ludueña.