De cara a las elecciones de octubre, el diputado nacional por Evolución Martín Lousteau analizó este domingo el contexto electoral y aseguró que «se necesita una coalición que supere a Cambiemos».
El diputado llamó a construir una alianza que incluya a las fuerzas del oficialismo pero que también contenga al ex ministro de Economía Roberto Lavagna, a los radicales díscolos, al Partido Socialista, a los gobernadores del PJ Federal, a los partidos provinciales y a sectores independientes y de la sociedad civil.
«El radicalismo debe revisitar la Convención de Gualeguaychú para convertirse en el puente entre espacios que hoy parecen distantes pero que tienen la responsabilidad de construir lo que hace falta», sostuvo.
En una columna publicada este domingo en Infobae, el economista advirtió sobre «la penurias extremadamente agudas» en el plano social y económico que vive el país, y cargó la responsabilidad sobre la administración del presidente Mauricio Macri.
«Es justo destacar que durante este tiempo ha habido avances y mejoras en determinadas cuestiones. Pero la economía ciertamente no está entre ellas. En los cuatro años de administración de Cambiemos el ingreso por habitante habrá caído; la pobreza y la inflación, crecido; y la deuda habrá aumentado en más de 105.000 millones de dólares. El 2018 cerró con una fuerte recesión, un aumento del 50% en los precios y una suba de 100% en valor del dólar. Este año dista de dar un respiro», enumeró.
Para el ex ministro de Economía de Cristina Kirchner, «el diganóstico de estos padecimientos requiere mayor profundidad y menos marketing, y lo último que debe hacerse es sobreestimar la propia capacidad para abordarlos en soledad».
Y agregó: «Quienes creen que pueden resolver estos problemas estructurales por sí solos se sobrestiman y equivocan. Y corren el riesgo de pasar de responsabilizar a los gobiernos de los últimos 50 años por nuestro declive permanente a terminar hurgando en el pasado para justificar las dificultades actuales».
En otra crítica al gobierno, Lousteau pidió que deje de echar mano a la polarización como estrategia de construcción política.
«Es imposible gobernar desde un 30% contra otro 30%; y tratar de construir un país donde la mayor pretensión es que el que piensa distinto la pase mal es de una irresponsabilidad mayúscula», dijo.
«Las penurias actuales son extremadamente agudas. La frustración y la desesperanza, también», concluyó.