Según imágenes satelitales aportadas por la Comisión Nacional de Actividades Espaciales, entre el 8 de agosto y el 13 de septiembre se quemaron más de 35.000 hectáreas
El área incendiada en la zona del Delta del Paraná que se encuentra frente a Rosario aumentó en un 35,33% desde agosto y se registraron «altísimos niveles de contaminantes», en un contexto en que el área quemada de todo el territorio nacional es la «máxima en comparación con otros años», informaron a Télam los especialistas Mario Lamfri y María Fernanda García Ferreyra, integrantes de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae).
«La imagen actual del Delta, de la cual disponemos información satelital, es del área cercana a Rosario. De las 65.000 hectáreas que había el 8 de agosto pasamos a 100.500 al 13 de septiembre», indicó Lamfri, responsable de la Unidad de Emergencias y Alerta Temprana de la Conae, con información captada por el satélite Sentinel-2 el martes pasado. Esto significa un aumento del 35,33%, agregó.
En tanto, el área quemada a nivel nacional es «máxima en comparación con otros años», reconoció Lamfri.
«Tiene mucho que ver con que no es que estamos en el mínimo de la bajante del Paraná, pero sí en un escenario de ‘La Niña’ con una sequía generalizada y prolongada. Entonces hay mucho material biológico, vegetal, seco disponible para la quema y se propaga fácilmente de un área a otra», explicó el físico sobre las razones de este incremento.
Además, advirtió que «sin duda los focos son generados normalmente por el ser humano».
«La otra fuente de focos son las tormentas, los rayos; pero ves que esto ocurre en días que no hay actividad eléctrica, ni siquiera está nublado», argumentó.
Actualmente, las áreas más afectadas por los incendios son el Delta del Paraná y la provincia de Córdoba, en donde «seguro son más de 10.000 hectáreas quemadas, salvo los incendios sin contar los últimos incendios», indicó el físico.
«Si ves los mapas de focos de calor, están en todos lados. Pero son extinguidos día a día, no cobran magnitud. Nosotros atendemos los que realmente se van propagando y van cubriendo áreas grandes porque de lo contrario no daríamos abasto», explicó sobre la labor de su área el especialista.
Frente a la ciudad de Rosario también se observaron «altísimos niveles de contaminantes», informó García Ferreyra, experta en calidad de aire y monitoreo de emergencias de la Conae.
«Usamos datos satelitales y vimos principalmente dos contaminantes: uno es el dióxido de nitrógeno (NO2) y el otro es material particulado, es decir, polvo», explicó, en relación a un mapa de calidad de aire que elaboró la Conae.
«Si lo comparo con la situación de marzo de 2020, los valores andaban por alrededor de 35 micromoles de dióxido de nitrógeno y ahora superaron el 100», graficó.
Sobre el impacto de estos contaminantes, la experta señaló que se dan «en la salud de la población y también la mayoría de los gases tienen impacto en el calentamiento global».
«El impacto instantáneo es en la calidad del aire: problemas alérgicos, oculares, de visibilidad. También a corto y mediano plazo en contaminación de cursos de agua y más a largo plazo con los gases de efecto invernadero que tienen efectos en el calentamiento global», amplió.
A través de imágenes satelitales, la Conae elabora productos con valor agregado que ofrecen a organismos abocados a la atención de emergencias en el territorio argentino.
Esta información se distribuye a instituciones nacionales y provinciales responsables de la gestión de la emergencia, como la Dirección de Análisis para la Reducción del Riesgo de Desastre del Ministerio de Seguridad de la Nación; Dirección Nacional del Servicio de Manejo del Fuego y el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación.