Policiales

Los detenidos por el crimen de Lucas González serán alojados en un pabellón especial


Así lo dispuso el juez de instrucción Martín Del Viso, ante el pedido de las defensas de los 16 detenidos, todos ellos integrantes de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires

Los policías detenidos por el crimen del joven futbolista de Barracas Central Lucas González y por el encubrimiento del hecho serán alojados en pabellones carcelarios destinados a miembros de fuerzas de seguridad.

Así lo dispuso el juez de instrucción Martín Del Viso, ante el pedido de las defensas de los 16 detenidos, todos ellos integrantes de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires, a raíz del riesgo que significaría para su seguridad el alojamiento junto con presos comunes.

«Ha quedado en claro que los detenidos de esta causa integran las fuerzas de seguridad, puntualmente la Policía de la Ciudad de Buenos Aires, lo que exige que sean alojados en un sitio acorde a la función que cumplían», dispuso el juez.

En el caso de las dos mujeres policías detenidas inicialmente por el encubrimiento, Micaela Soledad Fariña y Lorena Miño, ambas están aisladas por Covid, por un plazo de 14 días.

No obstante, ambas «se encuentran registradas como pertenecientes a las fuerzas de seguridad y al vencimiento del plazo de aislamiento, que se cumplió hoy, 6 de enero de 2022, serán derivadas al pabellón 26 destinado para las integrantes de las fuerzas de seguridad».

La medida de alojamiento en pabellones para fuerzas de seguridad alcanzará también a los detenidos Héctor Claudio Cuevas, Fabián Alberto Du Santos, Roberto Orlando Inca y Juan Horacio Romero, quienes «se encuentran aún en módulo de ingreso al no haber finalizado el plazo de aislamiento por protocolo de ingreso en función de la pandemia de COVID-19».

La Dirección Nacional del Servicio Penitenciario Federal informó que se otorgaron cupos para que los detenidos en relación con el crimen de Lucas González «sean alojados en el Complejo Penitenciario Federal II de Marcos Paz en calidad de ex fuerzas de seguridad y otros dos para las femeninas en el Complejo Penitenciario Federal IV de Ezeiza».

La preocupación por el alojamiento de los detenidos fue una constante de las defensas, habida cuenta que en los momentos iniciales tras las detenciones estuvieron compartiendo módulos y celdas con detenidos comunes que conocían que se trataba de policías.