Así lo indicó Gerardo Di Cosco, referente panadero de la ciudad, quien aseguró que atravesaron "el peor momento de la historia"
Así lo indicó Gerardo Di Cosco, referente panadero de la ciudad, quien aseguró que atravesaron «la peor crisis de su historia»
El gobierno de Mauricio Macri finalizó y dejó a su paso un mercado interno golpeado hasta su raíz. Ahora, las pymes atraviesan una profunda crisis y entre ellas se encuentran las panaderías. Entre los tarifazos, el aumento en la harina y la caída del consumo, muchos de estos comercios tuvieron que bajar las persianas.
Gerardo Di Cosco, presidente de la Asociación Industriales Panaderos y Afines de Rosario, dio detalles sobre cómo se vio afectada la actividad en la ciudad y aseguró que en estos cuatro años la industria panadera atravesó «la peor crisis en su historia«.
Durante la gestión de Macri se dolarizaron tanto insumos como tarifas, lo que pegó de lleno en la rentabilidad de las panaderías. Desde 2015 hubo aumentos de más del 4.000% en el gas y 2.000% en la energía, lo que hizo casi inviable sostener un comercio de este tipo.
«Es lo que venimos denunciando hace más de dos años. Por supuesto que no somos la excepción de lo que dejaron en el país estos cuatro años de gobierno neoliberal: 25.000 pymes cerradas y 180.000 puestos de trabajo que se perdieron«, sopesó.
«Estamos endeudados con el fisco y con los proveedores. Vamos pagando los sueldos como se puede. Uno intenta por todos los medios no dejar a nadie sin trabajo, pero la situación es crítica», agregó.
Sólo en el primer semestre de 2019, en el país cerraron 1.365 panaderías, un promedio de ocho por día. Además, el promedio a nivel país marca un 40% de panaderías que pasan al mercado negro (con picos de hasta el 50% en el norte de la Argentina). Éstas dejan de pagar impuestos y fomentan una competencia desleal con las habilitadas.
Di Cosco se refirió a los datos de la ciudad de Rosario: «Los números que manejamos indican que en los últimos dos años cerraron ochenta panaderías«. Y añadió: «Algo que también ha ocurrido es que muchas dejan de vender al público y terminan produciendo de manera ilegal, porque no pagan impuestos».
Además, el referente panadero relató la situación que viven muchos de sus colegas, los cuales a causa de las deudas no pueden continuar trabajando: «Lamentablemente nos hemos encontrado con algunos compañeros a los que les han retirado los medidores de gas por falta de pago. En las últimas semanas tuvimos dos casos así, es muy doloroso».
Por otra parte, Di Cosco se refirió a la época festiva, que suele significar días de bonanza para los panaderos. Sin embargo, este año no parece ser el caso: «Está todo parado, la gente no tiene dinero, no hay consumo. Cuando la gente tiene un poquito de plata va a la panadería, pero la realidad marca que los salarios perdieron por goleada contra la inflación«.
«En una fecha tan importante para la industria no nos vamos a salvar, pero trataremos de juntar algo para pagar algunas cuentas atrasadas«, agregó.
Ya terminado el gobierno de Macri, los panaderos le ponen sus fichas a la gestión de Alberto Fernández, pero saben que no será fácil. Por eso, propusieron un proyecto: «Una semana antes de que asuma Alberto, tuvimos una reunión con allegados al Ministerio de Desarrollo Social de la Nación. Les ofrecimos la oportunidad de vender un pan entre 80 y 100 pesos por kilo, con la condición de que no aumente la harina ni la tarifa del gas. Eso está en estudio».
«Íbamos hacia el iceberg, ahora comenzamos a girar de a poquito para tratar de no chocarlo, habrá que tener un poco más de paciencia», concluyó.