CLG dialogó con "Beba" Linaro, la directora del refugio, sobre la situación que atraviesan debido a la pandemia, cómo trabajan pese al aislamiento social y cómo poder colaborar con la institución
Por Ariana Operti
Cada año desde 2004, la Municipalidad de Rosario firma junto a Mundo Aparte un convenio para dar un subsidio mensual al centro de rehabilitación para fauna silvestre que funciona como refugio para animales en el distrito norte. Sin embargo, este año el trámite quedó frenado por la cuarentena por el coronavirus. Su directora, María Esther Linaro, debe rebuscárselas para poder tratar y alimentar a los 59 ejemplares que allí habitan.
En diálogo con CLG, «Beba» Linaro, como la conocen, explicó cuál es la situación que atraviesan debido a la pandemia, cómo trabajan pese al aislamiento social y cómo poder colaborar con la institución que el próximo año cumplirá dos décadas de funcionamiento.
«La situación es delicada como la de todo el mundo», resumió Linaro, quien es docente y se encarga del espacio desde hace casi 20 años. Según explicó «Beba», el subsidio entregado por el Municipio consistía, hasta diciembre del año pasado, de $28.000 por mes. «Si bien no cubría todos nuestros gastos, nos ayudaba para una parte. Solucionaba el problema de cuatro compras grandes de carne, una por semana. Ahora no podemos hacerlo», indicó.
María Esther reconoció que sabe de «muchos convenios» que quedaron frenados por la cuarentena, pero fue crítica con la burocracia que se maneja en estos casos: «A pesar de que somos reconocidos, debemos esperar rigurosamente que lo que uno manda a fin de año haga todo el circuito, que en vez de ser de oficina a oficina parece ‘el de Indianápolis’ y por lo general, en marzo nos comenzaban a pagar enero y se iban poniendo al día». Sin embargo, este año el convenio quedó estancado y nunca se llegó a firmar.
En 2004, el decreto 25.100 del Concejo de Rosario estableció de «Interés Municipal» el trabajo que realiza Beba y los voluntarios en Sorrento 1595. «Por medio de esa disposición, nosotros recibimos los animales que quedaron del zoológico, a cambio de un ayuda, porque hubiera sido imposible, pero no se tuvo en cuenta«, explicó Linaro.
La mujer comentó que ya habló con distintos ediles, que recibió algunas colaboraciones económicas, pero que «no alcanzan», y fue clara al remarcar que quiere ser vista como «un recurso y no como una carga» por parte de la Municipalidad. «Creo que después de tantos años tenemos la suficiente confiabilidad, no para que nos den un cheque en blanco, pero que al menos nos tomen por contrafactura y nos den el subsidio», abogó.
59 animales y muchos gastos
En Mundo Aparte actualmente hay 59 animales: pumas, zorros, gatos monteses, culebras, tatú, aves y «mucha fauna silvestre suelta». En el último tiempo, por ejemplo, se sumaron los dos chanchos que aparecieron en la ciudad, específicamente en el arroyo Ludueña y que fueron rescatados en conjunto por la Policía, Defensa Civil y Control Urbano.
«En medicación tenemos 10 mil pesos al mes, porque tenemos recetas magistrales«, explicó Linaro sobre los gastos. Además, hay contratados dos serenos que cuidan de noche el predio y a los animales.
Pero el mayor gasto pasa por la alimentación de las distintas especies. En ese punto Beba fue clara y explicó que los alimentan con carne ya que es más saludable: «Lo que ganamos en salud lo gastamos en comida. Si le damos menudos o tripas, los terminamos enfermando, por eso la carne es fundamental».
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También es esencial el trabajo de los veterinarios: «No son contratados, los llamamos cuando los necesitamos. Los primeros auxilios los damos, pero cuando son cosas específicas viene un profesional, y eso lo pagamos nosotros«.
Además del dinero que recibían por parte de la Municipalidad, Mundo Aparte cuenta con otros ingresos menores, aunque algunos se vieron afectados por la pandemia. «No somos un grupo de empresarios, tenemos una ONG y algunos asociados, que colaboran con lo que pueden, tenemos personas que mensualmente dan $200, $100 y hasta $50. Entonces se hace cuesta arriba».
También aclaró que las visitas guiadas que realizaban una vez por mes no eran para «subsistir sino para concientizar», pero que ahora tampoco las pueden realizar y eso significa un ingreso menos.
«Hacemos como podemos«, indicó Linaro, que contó que van haciendo distintas «mini campañas» para ir juntando dinero, «de a puchos», por ejemplo, vendiendo bolsones de verdura orgánica. «Es todo a pulmón, estamos acostumbrados. Yo ahora me acostumbré a ver lo diario, entonces si tengo solucionado lo de hoy, mañana veré cómo hago. Pero cuesta, y sobretodo a mi edad», se sinceró.
Cómo ayudar y qué se puede donar
Si bien el dinero es lo esencial para colaborar con los animales que viven en Mundo Aparte, Beba explicó qué otras necesidades tienen en el refugio.
«El balanceado para perro siempre viene bien, es multiuso. Se puede incorporar a las dietas de otros animales. En cuanto a frutas y verduras, pueden estar un poco pasadas, pero no tienen que estar podridas», indicó Linaro y remarcó: «Uno tal vez puede comprar un cajón más barato porque tiene frutas un poco machucadas, y a nosotros nos sirve».
«Todo es bienvenido. Menudos también, en buen estado, porque el ave de rapiña come mucho», agregó.
Para acercar las donaciones a Mundo Aparte, se puede enviar un mensaje a la cuenta de Facebook de la institución y allí coordinar un horario. También a través de la red social coordinar un aporte a través de transferencia.
