Por Agustina Murcho, Lic. en Nutrición especialista en Trastornos de Conducta Alimentaria (TCA) y creadora de @nutricion.ag
Llegan las fiestas, los encuentros con amigos y las reuniones en familia, y con ellas el disfrute de comernos todo. Frases como «Hago dieta para comerme todo la noche del 24», «No voy a comer en todo el día así llego deshinchado», «En las fiestas voy a engordar unos cuantos kilos» son algunas de las expresiones más recurrentes que se escuchan.
Muchas personas se restringen los días antes y en el día de las fiestas tienden a comer en exceso y hasta más de lo que el estomago puede soportar, y muchas personas pasan por situaciones como estas, pero el devenir en algo habitual y cotidiano (no solo en las fiestas) está hablando de un tema más profundo.
Lo que ocurre en el marco de las fiestas al saber que esos días habrán alimentos no tan habituales, es que la persona puede dejar de comer una semana antes, hacer dietas liquidas, o cualquier tipo de conducta no sana para el cuerpo.
Un punto fundamental es no pasar hambre real, que el cuerpo no necesite permanentemente nutrientes. A veces uno piensa que no comer durante X cantidad de horas le hará «mejor» y lo que ocurre es que, al restringir alimento el cuerpo luego los va a pedir, desencadenando en atracón o en picoteo. Esto, sumado a que emocionalmente estamos movilizados producto de un año distinto, de encuentros afectuosos y momentos de mucha emoción como se viven en esas fechas, terminaremos comiendo mucho más, con más emociones que nos desagradan, con culpa y aumentando de peso.
Algunos tips y recomendaciones a tener en cuenta para evitar un atracón:
- No saltear comidas, tratar de mantener una rutina diaria de comidas para evitar los atracones.
- Hacer 4 comidas bien completas, tratando de cocinar lo justo, donde haya vegetales, proteínas, hidratos y grasas saludables (y si no tenemos algo y no podemos comprar, a no desesperar. Comer lo que se puede midiendo porción).
- No te prives de aquello que te genera placer. Esto, muchas veces, nos causa angustia. Ocurre muchas veces cuando la persona quiere comer sano y se angustia cuando ingiere otro tipo de alimento.
- Hacer ejercicio, alguna clase divertida o rutina que nos motive.
- ¡No atormentarse ni obsesionarse con el peso!
- Tratar de calmar la emoción haciendo algo que nos despeje, que no sea comiendo.
- Consultar con un profesional en caso sea necesario.
Cuando una persona tiene un trastorno alimentario que se caracterice mas por la compulsión con la comida (bulimia, trastorno por atracón por ejemplo) puede hasta sentirse mal y avergonzado por no poder parar de comer. Su compulsión es más fuerte y la necesidad de comer es excesiva.
En estos casos es recomendable acudir a un profesional.
Lo recomendable es lograr un hábito de comida sana y evitar realizar dietas y conductas alimentarias que pueden devenir en trastornos alimenticios, sin la necesidad de eliminar ningún alimento de nuestra vida.