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Política y Economía

Ruta del dinero K

Leonardo Fariña declaró en el juicio contra Lázaro Báez


Leonardo Fariña declaró hoy en el juicio por lavado de dinero contra Lázaro Báez y dio detalles de cómo el empresario fue favorecido con la obra pública del Estado y de sus contactos con el ex presidente Néstor Kirchner.

Fariña comenzó su declaración, que se extenderá durante otras jornadas, ante el Tribunal Oral Federal 4, en el juicio conocido como la «Ruta del dinero K» por lavado de dinero a través de la financiera SGI, conocida como «La Rosadita».

En ese marco, relató que conoció a Báez cuando tenía 23 o 24 años y que un amigo en común se lo presentó para el armado de un fideicomiso: «Hasta ese momento no tenía ningún tipo de referencias de qué era Austral Construcciones, para mí no representaba ningún tipo de empresa conocida», comenzó Fariña en el estrado de la sala AMIA, en los tribunales federales de Comodoro Py.

Según sostuvo, él llegó a ser una «persona de confianza» para el empresario y su tarea fue el armado de un fideicomiso del Banco Nación para la compañía de construcciones, que tenía como «ingreso principal» la obra pública estatal con una escala de costos y un endeudamiento «muy alto».

«Gran parte de los ingresos de la empresa se extraían del giro comercial y las obras se seguían adjudicando, había que justificar la salida del dinero blanco al circuito negro y por eso se generaban costos que eran mentirosos», subrayó Fariña, quien remarcó que hicieron un «descalabro».

Sobre la relación de Báez con el ex fallecido ex presidente, el arrepentido recordó un negocio que quiso realizar el empresario patagónico: «Báez llamó por teléfono al señor Kirchner, el cual le manifiesta que habíamos llegado tarde y el negocio estaba cerrado», recordó Fariña, al hacer referencia a una oportunidad en la que habían invitado al empresario a que comprara parte de la empresa Telecom.

Por otro lado, recordó que tras el fallecimiento de Néstor Kirchner comenzó por orden de Báez el proceso de expatriacón de fondos, en la cual él tuvo intervención.

«Ellos crearon un sistema a través del cual desde el Estado partía el delito, porque en el precio del pliego contemplaban el precio real de costo más un margen de ganancia para la empresa, y un tercer ítem, que era el retorno para el político y el incremento para el empresario», remarcó.