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Las primeras cifras del año ponen en duda las metas planteadas por el gobierno


  • Por Matías Gregorio

La jornada del pasado jueves no fue una más para la economía argentina. Dos factores hicieron elevar la preocupación de los analistas, quienes siguieron la actividad económica con mucha atención. Por un lado, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) informó que la inflación del mes de enero llegó al 2,9%, y por otro, el dólar registró el nivel más alto del 2019, cerrando la tarde a un valor de $39,30.

Hasta el momento, el mes y medio trascurrido del año había mostrado síntomas de estabilidad, con una moneda norteamericana por debajo de la zona de no intervención y una inflación que, a priori, parecía que iba a ser menor. Pero la calma duró poco. El gobierno sigue sin poder domar la economía y los primeros indicadores del año pusieron en dudas las estimaciones anunciadas por el Ejecutivo.

Para analizar en profundidad cada variable económica que repercute directamente en la vida de los argentinos, CLG dialogó con el economista Alejandro Bonalumi, quien dio su parecer sobre las últimas cifras informadas y también brindó un panorama de lo que sucederá en un futuro cercano.

Un escenario distinto

Luego de subir diez centavos en la tarde del jueves, el dólar se acercó al precio del 27 de diciembre último, cuando se ubicó en $39,40. Aún sigue latente en los ciudadanos la crisis cambiaria que sacudió al país y cada número que sube en los pizarrones genera gran preocupación.

Para Bonalumi, en el primer mes y medio de este año cambió el escenario del dólar: «El año pasado teníamos mucha más demanda que oferta, porque había más importaciones, mucho turismo del exterior y una gran sequía que no generó los dólares necesarios, por lo que tuvimos un año complejo con respecto a la generación genuina de dólares. Este verano, la demanda bajó y la oferta creció, debido a la mejora del campo y también porque mucha gente tuvo que vender dólares para afrontar compromisos en pesos, lo que reflejó un mes y pico de estabilidad».

«No veo una crisis cambiaria a esta altura del año»

Pero el analista explicó que en estos últimos días coexistieron dos factores que generaron una tendencia alcista del dólar: «Se devaluaron otras monedas de la región y la gente dejó de depositar pesos en los plazos fijos para invertir nuevamente en dólares».

Aún así, el periodista especializado en temas económicos, empresariales y sociales aseguró que todavía «no ve» una gran dolarización de cartera como se da habitualmente en los procesos electorales.

«Por ahora la situación no preocupa. Vamos a tener un dólar con movimientos de altas y bajas y luego se dará una lógica dolarización que nos afectará o no, dependiendo de la generación de dólares y de la fuerza que haga el Tesoro para vender dólares si es necesario», añadió el entrevistado.

A pesar de los cambios en la conducción del Banco Central, la entidad parece no encontrar el rumbo que enderece la economía argentina.

Las metas, en duda

Cuando la mayoría de las consultoras privadas coincidían en que la inflación de enero iba a alcanzar el 2,5%, el Indec pateó el tablero y anunció que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) llegó al 2,9%.

Según los datos oficiales, la inflación acumulada con relación a enero del año pasado trepó al 49,3%, cuando durante 2018 había llegado al 47,6%.

El rubro Alimentos y Bebidas, que más incidencia tiene en los sectores de menores recursos, registró en el primer mes del año un aumento superior al índice general, ya que fue del 3,4%. Y el sector que más subió fue el de Comunicación con el 7,4%, debido al ajuste en tarifas de celulares, seguido por Restaurantes y Hoteles, 3,7% y Recreación y Cultura, con el 3,5%, por la incidencia de las vacaciones.

Bonalumi manifestó que «el Estado sigue generando inflación con las subas de los servicios públicos». Y agregó: «También hay una mentalidad de que ante los rumores de que la inflación seguirá alta, los empresarios, que son los formadores de precios, se cubren y suben sus productos, lo que genera un efecto dominó que hace crecer la inflación».

«Febrero no va a aflojar y en marzo ya está el tema escolar, por lo tanto no sé si el gobierno va a poder cumplir el 28% que puso como meta. Puede que estemos cerca del 30%, y no sé si funcionará la estrategia del oficialismo de mejorar el poder adquisitivo de los trabajadores y los jubilados», detalló el economista.

«Esperemos que marzo sea el último mes con inflación alta y que luego empiece a ceder, porque electoralmente al gobierno no le conviene una inflación demasiado elevada», cerró Bonalumi.