Las marcas de telefonía celular más vendidas del país apuestan a la producción de smartphones listos para utilizar las redes 5G y prevén una mejora de las ventas para este año
Las marcas de telefonía celular más vendidas del país apuestan a la producción de smartphones listos para utilizar las redes 5G y prevén una mejora de las ventas respecto de 2020, que, para las empresas, fue «el peor de los últimos siete años».
Samsung anunció la disponibilidad del modelo S21, listo para la red 5G, producido en Tierra del Fuego, donde la empresa invirtió US$ 1 millón en tres líneas de producción exclusivas para este modelo, dada la exigencia de calibración de antenas, explicó a Télam el gerente de producto e Inteligencia Empresarial de la firma, Eliseo Outes.
Motorola, por su parte, el año pasado invirtió en la isla para la producción del último modelo de la línea Edge, compatible con 5G, y estima que entre ese equipo y el plegable Razr ya hay una base de «usuarios con esta tecnología, listos para actualizarlos cuando la red esté disponible», indicó el gerente de producto de la filial argentina, Pablo Brancone.
Las dos marcas son las más vendidas en el país y producen los equipos en Tierra del Fuego: Samsung principalmente con Mirgor en Río Grande y Motorola con Newsan en Ushuaia.
Sobre la performance reciente, Outes dijo que la producción bajó a 6 millones de unidades, frente a 7 millones en 2019 (sin pandemia ni cierre de plantas), y bien lejos de los 11,9 millones de equipos producidos en 2015 o de los casi 14 millones de 2012.
«El año pasado hubo un cúmulo de cosas que conspiraron contra las actividades económicas», explicó el empresario.
No obstante, agregó Outes, «hubo mucho esfuerzo de todos los actores involucrados para reactivar lo más pronto posible, ya que el celular es un elemento clave en este contexto y estamos produciendo a capacidad plena desde el segundo semestre del año pasado».
Precisó que «tenemos este año 2.100 trabajadores directos e indirectos, 36% más que en 2020, y estamos apostando a que crezca el volumen de producción».
Por su parte, Brancone recordó que «durante las primeras semanas de la pandemia las ventas se desplomaron; pero tanto las empresas como los consumidores nos fuimos adaptando a esta nueva realidad y hoy las ventas ya superan las cifras que teníamos en una semana precuarentena».
El directivo señaló que «el trimestre de octubre a diciembre, en particular, marcó el más alto de rentabilidad desde que Lenovo adquirió el negocio de Motorola».
Agregó que «de julio a septiembre, que es la última información disponible local, logramos alcanzar un market share (cuota de mercado) local de 33,7% y mantuvimos una sólida segunda posición, 2.8 puntos porcentuales por encima del trimestre anterior».
El ejecutivo de Motorola subrayó que «este año esperamos un aumento del consumo y estaremos produciendo en Tierra del Fuego equipos compatibles con 5G, pero a precios aún más accesibles».
Desde Samsung, Outes remarcó que «nos estamos preparando para un consumidor que va a necesitar de nuestra ayuda financiera», tras la eliminación del rubro entre los comprendidos en el programa de compras en cuotas «Ahora 12».
Agregó que desde la empresa «hicimos un montón de cosas para neutralizar el efecto: ofrecemos financiación a través de tarjetas bancarias, fortalecimos el programa Galaxy por siempre, al que ahora se suma Mercado Libre, y mejoramos el sistema de vouchers».
El programa Galaxy por siempre permite al comprador del último modelo un descuento de hasta 50% si entrega su equipo anterior, mientras los vouchers son regalos o mejoras en los precios de periféricos del smartphone a los primeros compradores del equipo lanzado al mercado.
«El programa Ahora 12 había demostrado mucha efectividad, el 60% de las ventas de equipos se hacían a través de ese plan», señaló Outes, quien admitió que «debe haber buenos motivos para sacar a los celulares del listado».
Agregó que a las empresas «lo que nos toca es seguir haciendo lo posible para poder embarcar a todos los consumidores que necesiten un teléfono nuevo».
Según Outes el precio del teléfono promedio más vendido el año pasado fue de $ 35.000, con un portfolio «muy amplio, que parte de equipos por $ 14.000».