Las intensas llamas que consumen el Amazonas y la falta de decisión del gobierno brasileño para combatirlas han desatado las críticas de la comunidad internacional y han puesto en duda la ratificación del acuerdo comercial entre el Mercosur y la Unión Europea (UE).
El acuerdo alcanzado a fines de junio entre los dos bloques económicos, que debe ser ratificado por el Parlamento Europeo y por los miembros del Mercosur, está al borde del abismo, según dejaron entrever hoy, en la cumbre del G7, varios líderes europeos.
Francia, Alemania, Irlanda y la Comisión Europea criticaron la falta de interés del presidente brasileño, el ultraderechista Jair Bolsonaro, en la protección del medio ambiente.
El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, puso en duda que el acuerdo comercial entre los dos bloques sea ratificado si Bolsonaro no combate el fuego en la Amazonia brasileña.
«Apoyamos el acuerdo UE-Mercosur, que también implica la protección del clima, pero es difícil imaginar una ratificación armoniosa por los países europeos mientras el presidente brasileño permite la destrucción de los espacios verdes del planeta», señaló Tusk en una rueda de prensa poco antes del inicio de la cumbre en la ciudad francesa de Biarritz.
El político polaco, que a fin de año dejará la presidencia del órgano que define las orientaciones y prioridades políticas del bloque europeo, aseguró que Bruselas está dispuesta a ofrecer ayuda financiera a Brasil para luchar contra el fuego.
Las declaraciones de Tusk llegan después de que esta semana, Francia e Irlanda hicieran una advertencia similar a Bolsonaro en relación al cumplimiento de sus compromisos ambientales.
«El presidente Bolsonaro ha decidido no respetar sus compromisos sobre el cambio climático ni actuar en materia de biodiversidad (…). En esas condiciones, Francia se opone al acuerdo de Mercosur tal como está», sostuvo el presidente de Francia, Emmanuel Macron, tras incluir los incendios en la agenda de la cumbre del G7.
Bolsonaro acusó a su par francés de estar buscando un rédito político con sus declaraciones.
Luego de algunos idas y vueltas, Macron bajó hoy el tono a sus declaraciones, aunque volvió a referirse al imparable incendio en el principal pulmón del planeta.
En un mensaje televisado y difundido horas antes del inicio oficial de la cumbre, Macron subrayó que el Amazonas es un «bien común».
«Vamos a lanzar no solo un llamamiento, sino una movilización de todas las potencias que están aquí, en asociación con los países del Amazonas, para invertir en primer lugar para luchar contra esos incendios en marcha», dijo.
Agregó que quiere invertir en la reforestación y para permitir a sus pueblos autóctonos y a las ONG desarrollar actividades adecuadas para «preservar ese tesoro de la biodiversidad».
En la misma línea, la canciller alemana, Angela Merkel, pidió que de la cumbre del G7 salga un «mensaje claro» para evitar que se repitan los siniestros en la zona.
«Estamos especialmente conmocionados por los horribles incendios en el Amazonas. En la cumbre tendremos que ver como podemos ayudar y la meta debe ser que salga un mensaje de que hay que hacerlo todo para que la selva pluvial deje de arder», dijo Merkel en su habitual mensaje grabado de los sábados.
La canciller alemana afirmó que el presidente francés tiene razón al poner el tema en la agenda del G7.
«Nuestra casa está en llamas y no podemos permanecer callados», remató Merkel.
En Brasil se registran actualmente alrededor de 70.000 incendios, la mayoría de ellos en terrenos privados, aunque también han aparecido en reservas forestales e indígenas.