Las condiciones financieras de la economía argentina sufrieron en junio la mayor caída mensual desde que Mauricio Macri es presidente, y entraron en «zona de estrés» por primera vez desde enero de 2016, de acuerdo con un informe difundido hoy por el Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF).
De acuerdo con el trabajo -realizado por el IAEF y la consultora Econviews- la caída fue consecuencia de la devaluación, la inflación, las tasas de interés y la liquidez de largo plazo.
«Hay que remontarse a 2012, es decir, a los meses posteriores a la puesta en vigencia del cepo cambiario, para encontrar deterioros en las condiciones financieras de una mayor magnitud», advirtió el informe.
Las condiciones externas a la economía local también se deterioraron en junio, sobre todo por un incremento en el riesgo emergente y europeo y una mayor volatilidad en los futuros de commodities, indicó el IAEF.
En consecuencia, la entidad puntualizó que el deterioro en las condiciones locales y externas, provocó que el Indice de Condiciones Financieras (ICF) sufra en junio una caída de 21.2 puntos, el tercer mayor retroceso de los últimos cuatro años, acumulando así cinco caídas mensuales consecutivas.
El ICF se encuentra 53.2 puntos por debajo de un año atrás, un deterioro anual explicado por una caída de 40.2 puntos en las condiciones locales y de 12.8 puntos en las externas, explicó el IAEF.
Según el informe distribuido a la prensa, nueve de diez variables que componen al índice local empeoraron, destacándose la devaluación esperada, la inflación y la tasa de interés, que ingresaron en zona de «estrés severo».
La única variable que mostró una mejora mensual fue la confianza en los bancos, debido a un repunte de los depósitos en dólares.
Para el IAEF, el deterioro de las condiciones financieras locales en los últimos dos meses «no fue mayor por una notable mejora en la liquidez de corto plazo, que es un subproducto de la crisis cambiaria».