El presidente de la Federación Santafesina se reunió con su par, Mario Giammaría, y habló sobre la situación que atraviesan las ligas y clubes de la provincia
El presidente de la Federación Santafesina de Fútbol, Carlos Lanzaro, visitó la Asociación Rosarina de Fútbol y tras una reunión con su par, Mario Giammaría, habló sobre la situación que atraviesan las ligas y clubes de de la provincia.
«La frase sería que nos reinventamos como dirigentes. Al entrar en la pandemia tuvimos que dejar un poco de lado lo estrictamente deportivo que es lo que hacemos durante el año y empezar a preocuparnos por lo que sucedía en las Ligas y en los clubes que las componen. Se vivió un año muy malo, sin ingresos, donde los chicos no iban al club, donde los gastos seguían existiendo y no se podían sobrellevar y, sobre todo, con muchos clubes de barrio que no tenían cómo solventar a las propias personas que allí colaboran y prestan un rol esencial», indicó Lanzaro.
«Y ese reinventarse significó el empezar a interactuar más fuertemente con el gobierno, ver de dónde se podían conseguir algunas ayudas, la cual llegó muy a cuenta gotas con algunas facilidades en el pago de la luz, el agua o algún subsidio. Esta situación fue problematizando todo y dejó en un lugar muy lejano a algunos clubes de la posibilidad de recibir algún tipo de beneficio»», agregó.
En cuanto al desafío de la dirigencia santafesina, indicó: «A fin del año pasado empezamos a buscar la vuelta al deporte y lo logramos a principios de este 2021, con muchas idas y vueltas, y también ingeniándonos la forma de cómo llegar a esto. Hoy nos preocupa mantener lo conseguido, tratar de que se respeten los protocolos y que se vea al deporte como se ve a las escuelas, con su rol social y de contención lo cual sigue siendo muy difícil. Sin dudas, el desafío de este año pasa por la puesta en marcha de las Ligas y de los clubes dado que están todos están muy golpeados, muy asustados porque no se sabe qué es lo que va a venir».
«En todas la ciudades grandes que tienen clubes barriales se dio un fenómeno muy particular. Prácticamente sin la ayuda del estado y por la propia iniciativa del club vieron lo que sucedía en la calle y actuaron en consecuencia. Por eso creo que ha sido heroico mantener las puertas abiertas de los clubes. Más allá de que hay organizaciones grandes que pudieron acceder a los ATP, han sido muy escasos los aportes y las promesas del estado. Lo nacional directamente no llegó y lamentablemente fueron muy pocas las posibilidades y los recursos a los que las instituciones pudieron acceder», profundizó.
Sobre qué viene tras la vuelta del fútbol, Lanzaro sentenció: «El fútbol tiene una virtud y es que, cuando se pone en marcha, por más necesidades que haya, las instituciones empiezan a pensar en otra cosa. El problema son aquellas ligas que todavía no pudieron arrancar con su actividad y que aún tienen muchas dificultades para hacerlo. Poner todo en marcha es lo que hace que las instituciones tengan vida. Cada presidente de liga se está preocupando para ver cómo llevar todo esto para adelante atendiendo a todas la necesidades que puedan llegar a tener los clubes. Siempre digo que, tanto nosotros desde la Federación como Mario desde la Asociación Rosarina seguimos empujando para ver cómo le hacemos más fácil el trabajo a toda la gran familia del fútbol».