El ministro aseguró que el "gran cambio" de esta nueva gestión "es la decisión de actuar sobre los territorios marcados en el mapa del delito"
El ministro de Seguridad de Santa Fe, Jorge Lagna, adelantó que efectivos federales que llegarán a la provincia estarán dedicados a combatir el crimen organizado. Además, puntualizó que el «gran cambio» de esta nueva gestión «es la decisión de actuar sobre los territorios marcados en el mapa del delito».
El funcionario señaló: «Hay cuatro fuerzas federales operando en Rosario. Se verán operativos de rutina como el de control de documentación de vehículos». «Pero el gran cambio es que la decisión es actuar sobre los territorios que nos marca el mapa del delito cuando cruzamos datos con el Ministerio Público de la Acusación, la Municipalidad y la Justicia, se dará acción de las fuerzas en esas zonas que están más devastadas por la violencia», remarcó en diálogo con LT8.
A su vez, precisó que en la ciudad los índices más altos de violencia «se cumplen en pequeños territorios». «Según nuestras estadísticas, en el 12 por ciento del territorio de la ciudad se concentra el 90 por ciento de los delitos como homicidios y balaceras vinculadas al narcotráfico», agregó.
El martes, el ministro participó de una reunión con su par de Nación, Aníbal Fernández, y el gobernador Omar Perotti en la que se decidió el envío de 575 efectivos federales y la creación en marzo de un nuevo destacamento de Gendarmería que estaría dedicado a los narcodelitos.
«Hay una decisión muy fuerte de Nación de encarar el tema. Es un delito federal, al cual el gobierno nacional no puede ser ajeno», destacó. Y continuó: «Rosario no es una isla. Vimos que se entendió la problemática planteada por el gobernador. Más allá de la presencia de los agentes, lo más importante es la creación de la Unidad Móvil 7 en Rosario para tener zona de acción en la provincia para investigar delitos complejos».
Asimismo, aseveró: «Es decir, veremos a los efectivos en el territorio, pero también se hará inteligencia criminal para trabajar con nuestros equipos y con la justicia federal. Ese es el gran cambio. Antes se trataba de acumular agentes en operativos de saturación que rendía sus frutos temporalmente, pero que cuando se retiraron del territorio, este problema, que es crónico, continuaba”.
En relación al alto nivel de asesinatos, analizó: «El 80 por ciento de ellos tienen que ver con narcodelito». «Decomisamos droga y apresamos a algunos autores de esos crímenes pero la atomización de las bandas porque sus líderes están detenidos generó una mayor virulencia en la disputa por ganar territorios para la venta de drogas», explicó.
Por último, manifestó: «Tenemos un alto nivel de esclarecimiento de esos delitos, pero el nivel de osadía y de desprecio por la vida que muestra la mano de obra del narcotráfico es tan fuerte que, a veces, la prevención no llega».