Los tsunamis son una amenaza creciente que exige que la población de los países afectados se concientice en medidas de precaución, coincidieron hoy expertos y políticos reunidos por la Unesco en una conferencia en París.
«Cada euro invertido en la reducción del riesgo de desastres naturales ahorra 10 euros en reparaciones después», indicó Vladimir Ryabinin, secretario ejecutivo de la Comisión Oceánica Intergubernamental (COI) y subdirector general de la organización de la ONU para la Eduación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Ryabinin consideró que es crucial promover sistemas de prevención temprana para las comunidades que están en riesgo de sufrir las consecuencias de esa catástrofe natural, indica un despacho de EFE.
La jornada estuvo centrada en las consecuencias económicas que los tsunamis causan en países dependientes en su PBI de los ingresos del sector turístico.
«El turismo es un sector clave que puede verse afectado en gran medida por los tsunamis», afirmó el secretario general de la Organización del Turismo del Caribe, Hugh Riley.
Riley aseguró que el Caribe tiene todo tipo de sistemas de prevención temprana, procedimientos de evacuación y acciones en caso de catástrofes.
Sin embargo, indicó, muchos de esos mecanismos están más relacionados con los huracanes debido a que son más habituales en la región, por lo que aconsejó «no caer en la relajación».
Para François Schindele, del centro francés de alerta de tsunamis, «falta comunicación» sobre ese tipo de fenómeno.
«Nos creemos a salvo de desastres en el mar Mediterráneo, pero no podemos olvidar que pueden llegar en cualquier momento», sostuvo Schindele.
Los expertos coincidieron en que las autoridades de los países con fuertes probabilidades de sufrir tsunamis deben contar la verdad a las poblaciones y a los turistas sobre los riesgos existentes, pero de una forma que no genere un «pánico social» innecesario.