El jefe de la diplomacia europea admitió el fracaso en su intento por lograr que el gobierno de Venezuela postergue las elecciones legislativas del próximo 6 de diciembre
El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, admitió hoy que los esfuerzos para convencer al gobierno de Venezuela de que postergue las elecciones legislativas del próximo 6 de diciembre fracasaron, a pesar del envío de una misión exploratoria a Caracas.
«No hemos tenido éxito, pero creo que era necesario» intentarlo, dijo Borrel en una acalorada presentación ante el Parlamento Europeo, aludiendo al envío de la misión a Venezuela para explorar las posibilidades de un aplazamiento.
El diplomático español dijo que la respuesta del gobierno venezolano y su negativa de postergar los comicios «cierra cualquier posibilidad de que el diálogo continúe» sobre el eventual envío de una misión de observación electoral, informó la agencia de noticias AFP.
En septiembre, Borrell envió a dos diplomáticos a Caracas que se reunieron «con más de 70 personas» para discutir la posibilidad de que las elecciones puedan ser aplazadas por seis meses para crear condiciones de ser consideradas libres y justas, y la UE pueda enviar un grupo de observación.
Una semana después, la UE dijo que no había “condiciones para un proceso electoral democrático”.
A principios de octubre, el Gobierno de Venezuela consideró «desafortunado» el pedido de la Unión Europea de postergar las elecciones parlamentarias y ratificó que los comicios se realizarán en la fecha prevista «de manera libre y soberana».
Hoy, Borrel lamentó que el gobierno del presidente Nicolás Maduro haya respondido que, como el mandato de la actual Asamblea Nacional se vence en enero, la Constitución determina que se deben realizar elecciones antes de finalizar el año.
En ese cuadro, «la UE, evidentemente, no podrá ni siquiera plantearse el envío de una misión de observación electoral porque requeriría el respeto a estándares democráticos que no se daban y siguen sin darse», dijo el jefe de la diplomacia europea.
Luego admitió que aún en el caso de un acuerdo entre todas las partes sobre la postergación de las elecciones, ello no representaría «por sí sola una solución», pero dejaría una «puerta abierta» a la negociación política entre los principales actores.
Las elecciones legislativas del 6 de diciembre dejan a la UE en una posición delicada.
La UE no acepta el resultado de las elecciones que marcaron la reelección de Maduro, en 2018, y solamente reconoce la autoridad de la Asamblea Nacional, conducida por Juan Guaidó, quien se opone a la participación opositora en los comicios.
Sin embargo, con la división de la oposición y la posibilidad real de que la Asamblea pase a manos de otro dirigente opositor, ese liderazgo quedaría diluido y la UE tendría que discutir a quién reconocer como autoridad del país.