Así lo expresó a CLG Carlos Rovitti, presidente del Observatorio Inmobiliario Nacional, quien aseguró que "la Ley de Alquileres trajo más complicaciones que soluciones"
La llegada de la pandemia al país hace un año y medio le puso un freno de mano a prácticamente toda la actividad económica, incluida la inmobiliaria. La compraventa de propiedades estuvo cerca de paralizarse durante el 2020 y el alquiler también decayó notablemente, principalmente en el rubro comercial. Ahora, el avance de la vacunación trae otros aires y expectativas, pero desde el sector advierten que la situación económica actual impacta de lleno en la actividad. En ese marco, CLG dialogó con Carlos Rovitti, presidente del Observatorio Inmobiliario Nacional, quien analizó el presente del mercado y remarcó que «la renta es la más baja de los últimos 40 años».
En primer lugar, el referente inmobiliario rosarino puso en contexto lo que sucede en el rubro: «El sector inmobiliario no está ajeno a la realidad política y económica que está viviendo el país. Estamos sumergidos en esa situación».
«El mercado está expectante observando cuáles son los pasos políticos y económicos. Hago énfasis en esto porque estamos viviendo una inflación que está en un 50%, lo que hace que el mercado tenga dificultades para poder vender y alquilar, sumado a la ley 27.551 que trajo más complicaciones que soluciones. Lo que estamos observando es que en este contexto cualquier actividad económica se hace complicada desde el sector privado», explicó Rovitti.
Al ser consultado sobre en qué momento se encuentra la compra y la venta de inmuebles, luego de que durante el 2020 casi se paralizasen, indicó: «Hoy hay una gran oferta en el mercado de la venta, es inmensa. Históricamente debe ser uno de los momentos que mayor cantidad de inmuebles a la venta hay, de todo tipo y a lo largo y a lo ancho de todo el país. Hay ciudades como Buenos Aires, Rosario o Córdoba donde se nota más, pero ocurre en toda la Argentina».
Sin embargo, hay mucha oferta, pero poca demanda: «Se vende algo, pero la realidad es que el mercado está muy complicado, al igual que la economía del país. Si primero solucionamos el problema económico y le ponemos plata en el bolsillo a la gente, las cosas se van a empezar a acomodar. En los últimos dos años hubo una fuerte devaluación y el gobierno no se cansa de emitir billetes, y eso se traduce en más inflación», cuestionó.
Además, Rovitti explicó si se puede considerar al momento actual como uno bueno para comprar una propiedad: «Para el que tiene el dinero para comprar, se podría decir que es un buen momento, por la devaluación está todo un 30% más barato. Ahora, el que tiene la posibilidad de comprar es aquel que tiene un remanente de plata y una espalda medianamente holgada. El profesional, el laburante, el empleado, aquel que necesita de un crédito para comprar, no lo tiene. Además, si lo tuviera al crédito, no lo podría pagar, es imposible saber en cuánto va a terminar la cuota. Entonces, la vivienda no llega nunca al que la necesita».
Por otra parte, el presidente del Observatorio Inmobiliario Nacional se refirió a lo que sucede en el alquiler de inmuebles: «Desde el punto de vista del mercado locativo, la Ley de Alquileres trajo más complicaciones que soluciones. Al meterse el Estado dentro de la regulación entre privados, ha creado una situación de desconfianza en aquel que tiene un inmueble para la locación. Muchos los han retirado y los han puesto a la venta».
«Tampoco le han dado soluciones al inquilino. Hoy el inquilino sabe lo que empieza pagando el primer año, pero desconoce lo que va a pagar el segundo y el tercer año. De hecho, el 1 de julio de este año el incremento fue del 41% y ahora está cerca del 45%. Los índices, lejos de favorecer a la gente, la están complicando», agregó.
«El propietario tampoco sabe cuál va a ser la renta real que va a tener, a pesar de que tenemos la renta más baja de los últimos 40 años a valor propiedad y rentabilidad. Cuando tenés una renta tan baja, deja de ser atractivo. Entonces el inversor se queda en dólares esperando el momento. Eso es lo que está pasando en el mercado», aseveró Rovitti.
En un marco económico complicado, un informe reveló que en la provincia de Santa Fe un inquilino que afronta un alquiler de $25.000 debe pagar un total de más de $105.000 en el primer mes producto de impuestos, sellados y comisiones: «Quien tendría que dar las soluciones es el Estado, que está totalmente sobredimensionado en los cargos impositivos. Cuando fui presidente de la Cámara de Empresas Inmobiliarias le planteé al gobernador Bonfatti que eximiera a la vivienda del impuesto a los sellos, que es una barbaridad. Es un impuesto que carga sobre el inquilino o el propietario. De cualquiera de las dos maneras, es un disparate cobrar por vivienda. Habría que encarar por el lado de que la provincia exima del cobro de sellos a la vivienda», consideró el referente local.
«El propietario está cargado de impuestos. Sobre el alquiler que es la renta más baja de los últimos 40 años, pagando todos los impuestos que corresponden si le queda el 45% tiene que destapar el champagne. Las ideas que tienen las autoridades de todos los colores es meter más impuestos todos los días, y un país así no funciona», concluyó.