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La Sinfónica provincial de Rosario y sus noches internacionales en El Círculo


La música clásica tiene sus viernes de lujo en la ciudad y CLG vivió de cerca la experiencia. El violinista Gustavo Di Giannantonio contó cómo fue interpretar en un teatro rosarino colmado uno "de los mejores conciertos de violín"

Por Gonzalo Santamaría

Los autos frenan, los taxis hacen fila y de ellos bajan pasajeros, muchos llegan caminando, algunos con anticipación y otros sobre la hora. La gente se congrega en la mítica esquina de Laprida y Mendoza. Allí el teatro El Círculo se hace sentir con su imponente frente y una banner que cae sobre la esquina. Sucede que hace poco más de 30 días comenzaron los conciertos periódicos de la Orquesta Sinfónica Provincial de Rosario (OSPR), y los amantes de la música clásica no se lo quieren perder.

Este año la Orquesta dirigida por el reconocido David del Pino Klinge presenta el “Ciclo Internacional” y cada dos semanas, el histórico teatro rosarino le abre las puertas al show que presenta obras, directores o solistas de talla mundial.

La puerta de calle Laprida se satura, los espectadores arriban muy elegantes, hombres de sacos, mujeres de abrigos largos. Claro, toca la Sinfónica. Las edades varían, pero todos tienen algo en común: disfrutan de la música clásica, o les intriga ese mundo. En grupos o acompañados por sí mismos, los presentes pasan por la puerta y son recibidos por los acomodadores que con un simple “par – impar” ubican a la gente.

Los músicos entran en calor tocando algunas notas y los más de 400 asientos de la sala se van llenando. La fila en las afueras crece a medida que llega la hora del comienzo. El escenario se completa al mismo ritmo que las butacas. Las cabezas asoman desde los cinco pisos de platea que tiene el teatro y la chicharra, como en los viejos tiempos, suena anunciando el inminente comienzo.

“Estimado público, buenas noches…”, se escucha por los parlantes. Bajan las luces y suenan los aplausos al ver llegar al violinista Gustavo Di Giannantonio, primero, y luego a David del Pino Klinge. El pasado 30 de mayo, la Sinfónica Provincial de Rosario y Di Giannantonio representaron por primera vez la obra de Concierto Nº 1, Opera 77, para violín de Dimitri Schostakowich, un compositor y pianista soviético, uno de los músicos más importantes del siglo XX.

La música comenzó a fluir. El violinista y su violín se hicieron uno. La Orquesta acompañó y el director manejaba con su mano derecha la batuta que le marcaba los tiempos a los músicos.

“No se tiene que hacer mucho más que tocarla y promoverla”, lanzó Gustavo Di Giannantonio, artista especial de la noche en El Círculo en dialogo exclusivo con CLG sobre el género musical. Rápidamente, el violinista completó: “El público siempre la va a recibir bien porque es música buena”.

Cuarenta y cinco minutos ininterrumpidos de música clásica bajaron del escenario vestido de azul y blanco asociado a un silencio atroz que formaba la atmósfera perfecta para entonar la Obra del compositor soviético. Con más de mil personas, la Sinfónica dio su función y el violín de Di Giannatonio conmovió al público. Cerca del final creció la potencia del espectáculo. La cabeza del solista y su instrumento parecían tener una disputa y el ritmo de la música se mantenía alto. Las hojas de la partitura pasaban, los intérpretes se movían con una gran coordinación y la energía de Del Pino Klinge llegó a cada asiento de la sala.

El solista, siguiendo con la charla, se mostró “contento” por la cantidad de gente y con la adrenalina de tocar en su sonrisa analizó el presente de la Orquesta: “Es muy bueno, muy superior a cuando entré. Estamos en una pendiente ascendente”.

Di Giannantonio no quiso dejar pasar la oportunidad para sostener: “Hay que aprovechar esta creciente sobre todo como público”.

La obra de Schotakowich llega a su fin y los aplausos invaden el salón. El conjunto saluda, sólo queda tiempo para las sensaciones y el encendido de luces marca el momento del intervalo, en el recinto se escuchan las voces de los espectadores.

Como tal, es el caso de Beatriz y Cecilia, dos amigas que siguen a la Orquesta Sinfónica Provincial de Rosario desde la dirección de Juan Carlos Zorzi a fines de los años 70 y todavía sienten la “satisfacción” y el “orgullo” de escucharla. Se ve la realización de la Orquesta”, lanzó Beatriz a los micrófonos de CLG para finalizar.

En la fila siguiente se encontraban Marcela y Anele, madre e hija, que viven con “placer” las noches de la Sinfónica en el Círculo. “Es un momento para mí también”, dijo Marcela y reconoció lo importante que es poder compartir con su hija de 9 años este espectáculo.

El que cerró las declaraciones, y entrometiéndose en el autor de la obra, fue Néstor que esgrimió: “Schistakowich, gracias a Dios, pudo escribir porque de otra manera se iba a volver loco, él movía el violín en otra fase muy distinta a la orquesta”. Luego destacó la interpretación «maravillosa» de Di Giannantonio.

Las palabras le llegaron al violinista, que se mostró contento con la devolución del público y añadió: “Es un compositor (Schostakowich) magnifico, importantísimo en la historia de la música. Es una obra muy grande, difícil e imponente”.

El ímpetu puesto por el solista de la noche se reflejó en las sensaciones de los espectadores, él mismo explicó: “Esta es una obra que tengo bastante mimetizada porque la estudié mucho y es lo que uno siempre busca, transmitir”.

El músico no pudo elegir un momento en particular en la obra: “Pasa por muchos momentos, sensaciones, emociones. Empieza de una manera introspectiva, hasta te diría rara. El segundo acto es una euforia y el tercero cae en una tristeza que te lleva a momentos muy tensos”. En el final de la charla con CLG, remató: “Es uno de los mejores conciertos de violín”.

Por último, el también Concertino de la OSPR, no ocultó su emoción por tocar junto a ellos y recalcó la programación de esta temporada: “No tiene baches y es muy variada”.

Tras el intervalo, el violinista bajó del escenario y dejó a los más de 100 músicos sobre las tablas. Ellos cerraron la noche e interpretaron la Sinfonía Nº 5, Opera 64 de Piotr Ilich Tchaikowsky, compositor ruso del Romanticismo.

El próximo viernes 14 de junio, la Orquesta Sinfónica Provincial de Rosario volverá al escenario de El Círculo con la invitación del director español Fracois Lopez-Ferrer y como solista contará con Mariano Rey y su clarinete.