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La presidenta de Bolivia denunció un “acoso sistemático y abusivo” del gobierno argentino


Sin aludir directamente a Alberto Fernández, Jeanine Áñez aseguró ante la Asamblea General de la ONU que “el gobierno kirchnerista avanza contra las instituciones” por dar asilo a Evo Morales

La presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, denunció hoy ante la Asamblea General de la ONU que la Argentina ejerce un “acoso sistemático y abusivo” en su contra por medio de las acciones del ex presidente Evo Morales, que está refugiado en Buenos Aires por decisión del gobierno de Alberto Fernández.

“No quiero terminar este discurso sin denunciar ante el mundo el acoso sistemático y abusivo que ejerce desde Argentina el gobierno kirchnerista contra las instituciones y los valores republicanos en Bolivia”, enfatizó Añez durante su presentación ante la ONU.

Y remató: “No tenemos nada contra el noble pueblo argentino. Es más, es una nación que valoramos y queremos como se quiere a un hermano. No tenemos nada contra el peronismo, que valoramos como una tradición política”.

Desde la caída de Evo Morales, son inexistentes las relaciones diplomáticas entre Argentina y Bolivia. Ambos países decidieron no retirar embajadores para no escalar el conflicto en la relación bilateral, a partir de intereses comunes vinculados a la lucha contra el narcotráfico, el comercio bilateral y el flujo inmigratorio que atraviesa las fronteras de los dos estados.

Sin embargo, las diferencias geopolíticas son profundas y en esta coyuntura irremediables. Alberto Fernández considera que Morales sufrió un golpe de Estado y que Añez se benefició de ese movimiento político, mientras que la actual presidente de Bolivia interpreta que el líder cocalero debería estar en La Paz rindiendo cuentas en la justicia por presuntos casos de corrupción.

Desde el Gobierno argentino no van a responder por ahora a los cuestionamientos de Áñez y el canciller Felipe Solá optó por ahora en llamarse a silencio.

La mandataria interina de Bolivia destacó en su mensaje ante Naciones Unidas que no tiene un “encono” contra el gobierno de Cuba, país con el que admitió que hay diferencias ideológicas. Pero dijo que con La Habana mantiene un vínculo con “el debido respeto y la cortesía”. No opinó lo mismo del gobierno de Alberto Fernández que calificó de “castas populistas” y evaluó que utiliza “métodos francamente abusivos para sostener sus planes, el poder y sus posiciones contrarias a la libertad”.