Los «atracones» de series de televisión, alentada por los servicios que permiten consumir todos los episodios de un tirón, ha generado un nuevo tipo de consumidor de TV y sólo en Netflix ya suman más de 8 millones, mientras que expertos advierten sobre sus consecuencias.
De acuerdo a datos de Netflix, la mayor plataforma online, unas 8,4 millones de personas de personas en todos el mundo miran una serie el día de su estreno de un solo golpe, una cifra que se ha multiplicado por veinte entre 2013 y 2016.
Elena Neira, profesora de los Estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), señalo en declaraciones citadas por la agencia DPA que esto se debe a múltiples razones: «La primera es que, a diferencia de la emisión semanal tradicional propia de la televisión, la mayoría de las plataformas apuesta por subir todos los capítulos de una temporada de golpe, dejando en manos del espectador el ritmo de su consumo».
Para Diego Redolar, neurocientífico y profesor de los Estudios de Ciencias de la Salud de la UOC, «esta disponibilidad inmediata ayuda a que nuestro sistema nervioso del refuerzo, que tolera mal la demora, se active, y que la persona pueda ‘engancharse’ con mayor facilidad».
Un estudio de Netflix lo corrobora: sus suscriptores prefieren ver una temporada entera que esperar el viejo esquema de la televisión pre cable en que los episodios llegaban una vez a la semana. «Además, ante una maratón de series, el cerebro genera dopamina, una señal química relacionada con el placer», asegura Redolar.
Las estrategias de marketing refuerzan esta situación, ya que los grandes lanzamientos siempre coinciden en viernes. «El objetivo es claro: la «necesidad» de consumirlo lo antes posible, preferiblemente ese fin de semana», explica Neira.
Pero los atracones no son gratuitos. Neira advierte que existen «estudios que alertan sobre el detrimento cognitivo y psicológico que puede provocar la inmersión que genera el atracón de series, que puede derivar en aislamiento y hasta en devaluación de las experiencias personales diarias».
Según Redolar, algunos informes han sugerido que, después de un atracón de series, las personas pueden sentirse físicamente exhaustas y con un estado de ánimo emocionalmente bajo» y que este comportamiento podría asemejarse «al consumo de algunas sustancias de abuso».
La ‘inmersión’ ayuda a las personas a sumergirse en historias que les proporcionan entretenimiento y las alejan de las preocupaciones diarias. Para Redolar, estos consumidores «vuelven a mirar una serie que ya han visto lo hacen para recuperar el placer que habían sentido previamente».