Tal como se preveía, la oposición dura no logró quorum para tratar las negociaciones con el FMI y debió llevar adelante una sesión especial en minoría, en la que no faltaron críticas al acuerdo del Gobierno con el FMI.
La sesión convocada por el Frente para la Victoria, el Frente de Izquierda y el Movimiento Evita y, los monobloquistas santafesinas Alejandra Rodenas y Alejandro Ramos, fracasó porque tan sólo pudo reunir 68 diputados, una marca que incluso se sitúa muy por debajo de la cantidad de legisladores que esas fuerzas parlamentarias poseen en conjunto.
Fue presidida por el vicepresidente de la Cámara de Diputados, José Luis Gioja (FpV-PJ), ya que el titular, Emilio Monzó viajó temprano a Formosa para asistir al funeral de la familia del senador de Cambiemos Luis Naidenoff.
El temario de la sesión incluía un pedido para que el acuerdo del Gobierno con el FMI sea debatido y autorizado por el Congreso.
«La Constitución Nacional es clara en cuanto le da atribuciones a este Congreso Nacional para pronunciarse sobre los empréstitos que pueda tomar nuestro país», señaló el jefe del bloque FpV-PJ, Agustín Rossi, quien abrió la ronda de exposiciones en minoría.
Por su parte, la rionegrina María Emilia Soria resaltó que el crédito con el FMI por 36 meses supone obligaciones que exceden la duración del mandato de Mauricio Macri, y que implican una «gran presión» para «las próximas administraciones».
Nicolás Del Caño (PTS-Frente de Izquierda) definió el empréstito como un «pacto de coloniaje» que es «completamente perjudicial para las mayorías populares», y que tendrá como consecuencia «despidos, caída de salarios, y meterle las manos en los bolsillos de nuevo a los jubilados».
El oficialismo se niega a discutir el acuerdo con el FMI. Para el Gobierno son más importantes las directivas del FMI, que las opiniones de este Congreso y las del pueblo. #NoAlFMI pic.twitter.com/jmQHIloKZt
— Luis Basterra (@LEBasterra) June 19, 2018