El síndrome del trabajador quemado ―agotamiento laboral crónico― ya no es lo que antes atribuían a un mero estrés. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha incluido este estado en la revisada Clasificación Internacional de Enfermedades (ICD-11) como un fenómeno laboral, aunque subrayando que no lo considera una «condición médica».
Este tipo de agotamiento ahora es «un síndrome conceptualizado como proveniente de estrés crónico en el lugar de trabajo que no ha sido manejado con éxito» y se caracteriza como tridimensional, con los siguientes síntomas:
- Sensación de agotamiento de la energía o desgaste.
- Aumento del alejamiento mental con respecto al propio trabajo, o sentimientos de negativismo o cinismo relacionados con el propio trabajo.
- Reducción de la eficacia profesional.
El trastorno se aplica únicamente al entorno laboral y no puede ser utilizado para describir experiencias estresantes y agotadoras de otras esferas de la vida. Estaba incluido en la revisión anterior de la Clasificación Internacional de Enfermedades, la ICD-10, pero esta vez la OMS ha ofrecido una definición más detallada del fenómeno sufrido cuando uno se siente quemado en el trabajo, según informó RT.