Fue descubierta la semana pasada y el ex presidente de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria advierte que puede estar también en el vecino país
La nueva cepa de coronavirus descubierta la última semana en el Reino Unido puede estar circulando en Brasil, según el médico Claudio Mauerovitch, ex presidente de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa), lo que suma preocupaciones en el tercer país más golpeado por la pandemia a nivel global, donde además se supo que investigadores identificaron una nueva variante del virus en el estado Río de Janeiro.
Maierovitch, quien fue funcionario de Salud entre 2008 y 2014, aseguró hoy en declaraciones a O Globo que la mutación británica de la cepa del coronavirus “ciertamente ya circula en Brasil” y señaló que es preciso seguir los desarrollos del análisis de la nueva mutación, pero también afirmó que restringir sólo los vuelos que provengan del Reino Unido no tendrá grandes resultados porque esa nueva versión de la enfermedad ya salió de la isla por diversas rutas internacionales.
No obstante, el sanitarista, que hoy desarrolla su actividad en la Fundación Oswaldo Cruz, avala como el método más “eficaz” el de hacer un seguimiento sistemático de las personas que llegan a Brasil desde el exterior, con pruebas y búsqueda y control de contactos efectivos de esas personas.
El Reino Unido quedó virtualmente aislado del mundo desde que el último viernes anunció que había descubierto una mutación de la cepa Covid-19. Decenas de países, entre ellos la Argentina, cerraron sus vías de conexión aérea para evitar que esta mutación se propague en momentos en que todos están haciendo los aprestos para comenzar las vacunaciones masivas contra el virus original.
Por eso también encendió las alarmas, sobre todo a nivel regional, la noticia de que un grupo de investigadores identificó una nueva cepa de coronavirus en el estado de Río de Janeiro, que junto a San Pablo son las regiones más golpeadas por la pandemia de coronavirus.
La noticia concreta, difundida ayer, señala que un estudio conjunto de la Universidad Federal de Río de Janeiro y el Laboratorio Nacional de Computación Científica (LNCC), dependiente del Ministerio de Ciencia y Tecnología, detectó una variante en octubre pasado en la ciudad de Río de Janeiro.
Los investigadores afirmaron que hasta el momento la nueva cepa está “parcialmente restringida” a esa ciudad, capital turística de Brasil, pero alertaron sobre la probable diseminación a todo el estado y, por ende, al resto del país.
“El aumento significativo en la frecuencia de ese linaje (de la cepa) levanta preocupaciones sobre la gestión de la salud pública y la necesidad de vigilancia genómica durante la segunda ola de infecciones”, señalaron los científicos en el estudio, elaborado bajo la coordinación de la investigadora Ana Tereza Vasconcelos.
La nueva cepa se descubrió por medio de la secuenciación genética del linaje B.1.1.28, que ya circula en Brasil desde enero de este año, y se calcula que la variante podría haber surgido en julio.
El informe precisa que los investigadores analizaron 180 genomas del SARS-CoV-2 y descubrieron cinco “mutaciones exclusivas” que “han emergido rápidamente y se propagaron”.
No obstante, el estudio no informa si la nueva cepa identificada es más transmisible o más agresiva que las que ya son conocidas en Brasil, que con más de 7,3 millones de casos es el tercer país más afectado, detrás de Estados Unidos e India, y el segundo en la cuenta de muertos por la enfermedad, con más de 188.000, sólo superado -aunque largamente- por Estados Unidos.
Los científicos brasileños también afirmaron que no hay “indicios” de que esta nueva cepa pueda reducir la eficacia de las vacunas que se están comenzando a aplicar en el mundo contra la cepa Covid-19.
Brasil, el país más grande y poderoso de América Latina y que tiene fronteras terrestres con todos las naciones de Sudamérica, con excepción de Chile y Ecuador, y un intenso tránsito comercial con todo el cono sur, está atravesando desde hace semanas el segundo brote de coronavirus.
Por esta nueva ola de contagios varios municipios y estados han decidido no sólo endurecer las medidas de aislamiento para las fiestas de Navidad y año nuevo, sino también se decidió postergar, en principio para junio, el icónico Carnaval de Río de Janeiro.