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La Nuestra: un proyecto deportivo que apuesta al empoderamiento de las mujeres


En diálogo con CLG, la periodista, entrenadora y ex jugadora, Mónica Santino, analizó el presente del fútbol femenino, la profesionalización, lo que se debe seguir mejorando y su labor en el club "La Nuestra", de la Villa 31

 

Por Malena Acosta 

Pionera en el fútbol femenino si las hay. Su historia con la pelota arranca a los 6 años, cuando veía los partidos de varones en su cuadra. Mónica Santino, de 54 años y oriunda del barrio de Boedo, siempre supo que su universo era la pelota. “Vengo de una familia futbolera, cuya salida los domingos era ir a la cancha a ver a Vélez con mi papá y mi abuelo. Nací viendo fútbol. A mi casa llegaban las revistas Goles y El Gráfico. Me gustaba entender y saber las formaciones, me anotaba en un cuaderno los jugadores que iban a estar en cada partido y me devoraba los comentarios”, recordó en diálogo con CLG.

Zurda y volante central, comenzó como jugadora en la primera de River en el año 1988 y terminó su carrera integrando el plantel de fútbol femenino de All Boys, hasta 1999. “Me di el lujo de jugar varios torneos en AFA con All Boys, con todo lo que eso implicaba, tener que pagarnos los viajes y la indumentaria. Debo reconocer que yo jugaba a la pelota y después entendí lo que era jugar al fútbol”, comentó.

Su pasión por fútbol continuó, pero desde otro plano. En el año 2001, finalizó la carrera de Director Técnico de Fútbol. “Más allá que me encanta este deporte, en parte decidí estudiar porque me empujaron las injusticias y la desigualdad. Pensaba que desde ese rol podía colaborar para que el fútbol de mujeres creciera. Siento al fútbol como una militancia”, argumentó.

En noviembre se van a cumplir 12 años de su labor como entrenadora en el club La Nuestra, de la Villa 31. “Me costó mucho tiempo conseguir espacios para que las mujeres jueguen. Este proyecto que armamos con otras compañeras es de una potencia y una belleza colectiva enorme y fue porque entendemos que el fútbol es mucho más de lo que pasa en una cancha, es intentar resolver situaciones de vida”, explicó.

Mónica se unió en 2007 al proyecto en la Villa 31 debido a que Alison Laser, una entrenadora que había arrancado con un grupo de 10 chicas, tuvo que volverse a Estados Unidos porque su beca había culminado. “Mi premisa cuando me aboqué era que las pibas siguieran teniendo un entrenamiento. Hoy somos un colectivo de mujeres, desde preparadoras físicas, entrenadoras de arqueras y más de 110 pibas en cancha entrenando. Nosotras nos especializamos cada vez más en lo que queremos transmitir y dar porque es lo que las chicas nos demandan. Lo dije muchas veces: no vamos a hacer asistencia al bario ni caridad, es un esquema donde todas nos empoderamos, nosotras en nuestro rol, ellas en la cancha jugando y así empezamos a derribar algunos prejuicios«, explicó.

Y añadió: «Para mí, es maravilloso haber puesto los pies en el barrio y lo que los barrios significan, la multiplicidad de personas, de diversidades, de supervivencias, la capacidad de pasar muchos contratiempos e igual vivir. Creo que La Nuestra es un poco todo eso”.

Respecto al nombre, La Nuestra, contó: “Es una frase futbolera que refiere a un estilo de juego, a una manera de ser y como te comportás en la cancha. No importa si ganás, perdés o empatás, sino que morís en la tuya, en la nuestra.  Considero que este espacio puede ser un molde grande para que se pueda replicar en otros lugares y que cada cual tenga su sentido de pertenencia”.

Todo ese camino recorrido de esfuerzo y lucha para que las mujeres tuvieran un espacio en el fútbol tuvo su reconocimiento para Santino, ya que en el año 2017 fue declarada Personalidad Destacada del Deporte en la Ciudad de Buenos Aires, por su trayectoria en el mundo del fútbol femenino.

Además, Mónica escribió cuentos en las tres ediciones del libro Pelota de Papel: “El gol de todas”, “Todo está guardado en la pelota” y “La Final”.

A la hora de hablar sobre el presente del fútbol femenino, no dudó en dar su opinión: “Hemos logrado introducir el derecho al juego y poder opinar de fútbol. La denuncia de Macarena Sánchez, varios libros de fútbol femenino escritos por mujeres y algunos cambios que la AFA está obligada a hacer fueron el puntapié. El profesionalismo no es solo el salario, es apostar al desarrollo del fútbol de mujeres, divisiones inferiores, una liga nacional de fútbol femenino. Entiendo que es solo una voluntad política, no se necesita tanto dinero para hacer algo así».

En la misma línea, consideró que es necesario que haya más mujeres en el puesto de entrenadoras, en los cargos dirigenciales donde se toman «decisiones respecto al fútbol con perspectiva de género». Y agregó: «Si no, sucede lo que la AFA hizo previo a los Panamericanos, castigó a las jugadoras que pedían un cambio en el plantel, jugadoras importantísimas dentro y fuera de la cancha. Eso habla a las claras que la conducta es la misma y no cambia. Tenemos que aprovechar este momento y tomar esos lugares que nos corresponden y que históricamente nos negaron”.