El agua de la Luna es igual a la de la Tierra y hasta se podría vivir, sin embargo habría que filtrarla ya que puede contener mercurio u otros contaminantes
Hace poco más de dos años un Boeing 747, que volaba a más de 13 mil metros de altura, pudo captar imágenes de la Luna donde se dilucidaba agua en el único satélite natural de la Tierra. La Nasa, en este 2020, publicó las tomas y agregó que otro estudio asevera que puede haber en unos 40.000 kilómetros cuadrados del territorio lunar.
Ambas publicaciones sirven para proyectar futuras misiones, aunque la próxima recién será en cuatro años con la misión Artemisa de la Nasa, que además tendrá otro hito como la llegada a la Luna de la primera tripulación con mujeres.
La idea que la Luna tiene agua está desde hace años y el avión captó con una luz infrarroja una longitud de onda que sólo puede emitir el H2O. En un articulo publicado en Nature Astronomy, los responsables del informe aseguraron que no hay otro material en el satélite que pueda emitir la misma señal.
Sofia, el nombre que recibió el telescopio usado, se posó sobre el cráter Clavius, de 200 kilómetros de diámetro cerca del polo sur del satélite y los investigadores prevén que cada gramo de tierra lunar en esa zona contiene 200 microgramos. Es decir que para obtener un litro de agua se tendrán que juntar cinco toneladas de suelo.
“Aunque pueda parecer poco, hay que recordar que llevar un kilo de material a la Luna cuesta un millón de dólares. Hay que tener en cuenta que esta estimación es un límite inferior y además se trata de una estimación preliminar, pero incluso en este caso la explotación del agua a estas cantidades sería rentable para las futuras misiones porque traerla de la Tierra sería mucho más caro”, explicó Jorge Pla-García, investigador del Centro de Astrobiología, de Madrid, España y agregó que el oro de la Tierra son 100 veces menos que el agua estimada en la Luna.
El agua de la Luna es igual a la de la Tierra y hasta se podría vivir, sin embargo habría que filtrarla ya que puede contener mercurio u otros contaminantes.
La Nasa ha anunciado que quiere enviar astronautas al polo sur de la Luna a partir de 2024 y baraja diseños de futuras bases lunares con grandes paneles solares que permitan iluminar el interior de los cráteres en sombra y extraer el agua acumulada en ellos.