La presidenta de la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva, Rosa Reina, reafirmó que los equipos de salud "están agotados" y llamó a bajar la velocidad de los contagios
La presidenta de la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva, Rosa Reina, dijo este viernes que «el país entero» debe estar involucrado en la lucha contra la pandemia de coronavirus. Además, reafirmó que los equipos de salud «están agotados» y llamó a bajar la velocidad de los contagios para evitar el colapso del sistema.
«Las políticas que hay que tomar ahora tienen que involucrar al país entero porque los equipos de salud de terapia intensiva están agotados en todo el país y la mayoría de las provincias están en una situación preocupante», dijo en diálogo con Télam Radio. Reina consideró que los sistemas de salud «están arriba del 90 por ciento de ocupación en las terapias intensivas en todo el país».
«Entonces, esto tiene que ser una política que involucre a todo el país porque estamos ahora casi todos iguales», añadió, e indicó que los médicos de terapia intensiva «deben tener buenas condiciones físicas y mentales porque los pacientes críticos requieren un seguimiento muy estrecho y continuo».
«Siempre estuvo el mito del que va a terapia intensiva se muere, pero no es así. En los últimos años, en los últimos 30 años, la terapia intensiva pasó a ser el lugar donde los pacientes, en forma muy temprana, son internados para lograr la recuperación», explicó.
Y aseguró que la sobrevida, en general, «está entre un 75 y 80 por ciento, o sea, 75 al 80 por ciento de los pacientes que ingresan a la terapia intensiva, sobreviven», y explicó que en el caso de los infectados de coronavirus «pasa eso».
«Los pacientes graves tienen que estar en la terapia intensiva, entonces el plantel tiene que estar trabajando tranquilo, no saturado. Porque hay un número de pacientes, que son estándares de calidad internacional, que cada profesional tiene que atender para asegurar la calidad de la atención», afirmó.
Al respecto, advirtió que en la actualidad «estamos atendiendo muchísimos más pacientes de los que deberíamos para poder concentrarnos y focalizar nuestros esfuerzos en forma adecuada, y eso también es lo que nos preocupa».
Reina señaló que en la medida que avanza el número de camas críticas ocupadas «los profesionales tienen que atender más pacientes, y eso va en detrimento de la calidad».
«Eso pasa en cualquier profesión, porque cuando uno está saturado de trabajo no puede hacerlo de la misma forma que si uno trabaja, más o menos, ordenadamente», concluyó.