CLG salió a la calle a consultar a los rosarinos para saber cómo hacen para que el salario les rinda todo el mes ante la complejidad de la economía argentina
El aumento de precios superior al incremento de los salarios, sumado a las subas también en las tarifas de los servicios, provoca que sea cada vez más difícil llegar a fin de mes. El sueldo no rinde como antes y muchos son los que deben rebuscárselas para poder cubrir los gastos.
Hacer malabares. Esa es la frase que más de un rosarino dijo a CLG, que recorrió las calles de la ciudad para conocer cómo se hace para hacerle frente a las necesidades mensuales con el dinero con el que se cuenta. Jubilados, trabajadores, independientes y personas sin empleo. Todos manifestaron que la realidad es compleja y esperan que pueda superarse este momento de crisis económica.
Una mujer confesó que, para llegar a fin de mes, recibe ayuda de sus hijos. «No queda otra. Soy jubilada y cobro la mínima. Ellos me traen alimentos, plata… lo que pueden, porque tampoco están bien», detalló.
Por su parte, un joven dijo que las claves son el «esfuerzo y hacer malabares». «Me encantaría decir que esto tiene solución, pero por la situación que estamos atravesando viene desde hace muchos años, y tenemos que hacer muchos cambios culturales, de educación y nuestros políticos tienen que recorrer las plazas para saber cómo estamos«, manifestó.
«Se complica, no sé a cuántos les va a alcanzar el bono que anunciaron… porque el mes que viene te aumenta todo de nuevo. Si todos tuviéramos la huerta en casa, sería un poco más fácil, pero no es así. Hay que ir a comprar y cuando llegás el precio no es el mismo que para lo que te da el bolsillo», expresó otro hombre.
Una joven aseguró que debe «ajustar cuentas y recortar gastos como sea», ya que de otra manera no puede llegar a fin de mes. «Busco ofertas, cupones de descuentos, 2×1… pero no siempre alcanza, a veces quedamos cortos en la semana«, agregó.
«A fin de mes es difícil llegar, pero se hace reduciendo lo más posible todos los gastos. De comprar segundas y hasta terceras marcas. Dar de baja servicios que tal vez no sean indispensables como internet o el cable», contó otro hombre que calificó a la situación como «cada vez peor, muy deteriorada».