El juez de la Corte Suprema Ricardo Lorenzetti acusó hoy al presidente del cuerpo, Carlos Rosenkrantz, por la paralización «momentánea» del Centro de Información Judicial (CIJ) y atribuyó esa situación al «clima de tensión, de temor, de amenazas telefónicas, de falta de respeto» que se generó tras su asunción.
En una explosiva carta, Lorenzetti cuestionó a su par por haber generado «un escándalo» con su pedido público por el control del sitio web, algo que consideró una «mediocridad» de parte de su sucesor.
«En el día de la fecha me ha sorprendido su resolución número 3018 que ha publicado con ribetes de escándalo, algo que nunca ha sucedido en los últimos años y propio de épocas que hemos querido superar. Lamento muchísimo semejante mediocridad pero, estando en juego el prestigio de la institución, me veo obligado a contestar», recalcó, luego de que Rosenkrantz le reclamara las claves de la página, que distribuye información judicial.
El santafesino culpó al titular del máximo tribunal por la paralización «momentánea» del CIJ, que no funcionó por varias semanas, y lo atribuyó al «clima de tensión, de temor, de amenazas telefónicas, de falta de respeto de los derechos del trabajador y de la persona humana, así como de los procedimientos internos de la Corte».
Lorenzetti difundió la misiva luego de que se conociera la resolución interna que firmó Rosenkrantz para ordenar la «recuperación de la totalidad de los dispositivos tecnológicos que posibilitan el manejo del sitio web» del CIJ.
El flamante presidente del alto tribunal también denunció que su antecesor vació de empleados el sitio días antes de dejar su cargo.
Tras esa resolución, Lorenzetti dijo que Rosenkrantz «propuso una suerte de privatización» del CIJ y trató de forma que se aparta «notoriamente de los criterios de respeto que se le deben a un Secretario de Corte (que tiene el rango de un juez de Cámara), de la política de género y protección de la mujer» al hablar con la secretaria de Comunicaciones, María Bourdin.
«Ello motivó que, con el ánimo de mantener su dignidad profesional y para no obstaculizar, la secretaria de Comunicaciones pidiera su traslado. En el mismo sentido se plegaron empleados, que son muy pocos», justificó sobre el supuesto vaciamiento.
A su entender, la situación de «paralización fue de menos de una semana y era perfectamente solucionable con un comportamiento razonable».
«No hay ninguna razón para este tipo de medidas autoritarias, sorpresivas, que no fueron habladas entre los ministros, que provocan un escándalo que no hace nada bien al tribunal», se quejó Lorenzetti.
Y agregó: «Creo que el cambio de presidencia de la Corte Suprema no puede modificar los principios fundamentales de su funcionamiento y de su jurisprudencia. Ha costado mucho sacrificio cambiar lo que había, sufrimos muchas presiones, pero construimos una estructura de principios y valores que nos sostuvo todos estos años y que defenderé».
La interna se desató a menos de diez días de la asunción de Rosenkrantz, quien en septiembre último consiguió el respaldo de sus pares para desplazar a Lorenzetti.
Los dos jueces compartieron este martes el escenario del acto del J20, un encuentro de magistrados del mundo en el marco de las actividades del G20.