Espectáculos

La furia de los franceses con la serie de Netflix «Emily en París»


Lo que podía servir como un gancho turístico, terminó mal. Detalles de una polémica.

Apenas Netflix subió la primera temporada de «Emily en París», un grupo de fans de la moda hicieron de ese producto liviano un éxito, gracias a sus recomendaciones y menciones en redes sociales. Efecto contagio: miles de espectadores destacaron las bondades de Francia y el excelente guardarropa de sus protagonistas… Pero el boom vino acompañado de polémicas.

«Emily en París» apunta al público Millenial: Lily Collins –hija de Phil- es la protagonista de esta historia, y Darren Star, productor de la exitosa Sex and the City, el creador.

La cámara sigue a una joven ambiciosa que vive en Chicago y decide mudarse a la capital francesa para aceptar una sorpresiva oferta de trabajo que consiste en manejar las redes de una empresa. Su nuevo hogar introduce a diversas situaciones que mezclan el humor con los escenarios parisinos.

La polémica llega de parte los franceses. Las críticas desde ese país no son favorables. «La serie podría haber sido genial de no haber sido por la caricatura de los franceses. (…) son descriptos como arrogantes, sucios, vagos, desagradables, amargados… pero afortunadamente esta joven americana llega para explicarnos cómo funciona la vida”, afirman, por ejemplo, en el medio AlloCiné. «Es simplemente deplorable, me pregunto por qué actores franceses aceptaron participar en la serie».