Con la presencia asegurada del papa Francisco durante todas las sesiones, y la confirmación de que habrá testimonios de víctimas de pedofilia clerical, el Vaticano dará el jueves el puntapié inicial a la histórica cumbre anti-abusos para la que convocó a representantes de las conferencias episcopales de todo el mundo para hacer frente al «monstruo» de la pederastía.
Mientras se confirmó que el pontífice no se reunirá en privado con víctimas durante el encuentro, la Santa Sede busca lograr que «la Iglesia vuelva a ser un lugar seguro» a través de la cumbre anti-abusos que organizará de jueves a domingo enfocada en «responsabilidad, rendición de cuentas y transparencia».
«Hace falta el esfuerzo de todos para mirar a este monstruo de los abusos a la cara si queremos derrotarlo», pidió en la víspera el vocero papal Alessandro Gisotti al lanzar la cumbre que tendrá la presencia de presidentes y delegados de todas las conferencias episcopales del mundo para tratar la crisis de pedofilia en la Iglesia.
El papa Francisco estará presente durante todo el encuentro y cerrará la cumbre con una misa el domingo 24, precisó su vocero. La reunión contará además con la presencia del titular de la Iglesia argentina, monseñor Oscar Ojea, entre los representantes de todo el mundo.
La histórica cumbre se da luego de la crisis de abusos durante 2018 a partir de la acumulación de denuncias de pedofilia por parte de miembros del clero en Chile, Estados Unidos, Australia y otros países.
El encuentro iniciará a las 9 de la mañana local del jueves (5 AM de Argentina), con una oración y una «breve introducción» de Francisco. El ex vocero papal Federico Lombardi, que hará de moderador, explicó que serán «190 los participantes en el Aula» durante el encuentro, incluidos 114 presidentes de conferencias episcopales y 12 religiosas.
Ese primer día, los participantes verán un video con testimonios de víctimas de abusos antes de iniciar los trabajos en el Aula Nueva del Sínodo, parte del Aula Pablo VI, donde se desarrollarán los trabajos de jueves a domingo, agregó Lombardi.
En la previa del encuentro, el Vaticano pidió a los participantes que se reunieran con víctimas de abusos por parte del clero en cada uno de los países.