Por Diego Añaños
El tema central de la agenda económica nacional es hoy, sin lugar a dudas, el proceso de renegociación de la deuda bajo legislación extranjera. Todas las voces del mundo financiero global acompañaron la propuesta, y eso se vio claramente expresado en los mercados. Incluso algunos economistas de la oposición también se mostraron conformes con la oferta. El ex ministro de Finanzas del gobierno de Mauricio Macri, Nicolás Caputo fue más allá y twitteó: “Muy buena propuesta de canje. Con niveles de NPV aceptables para los acreedores y acordes a las posibilidades del país. Muy bueno el diseño de los incentivos, desalentando el ser holdout. Una propuesta justa que debería tener una alta participación”.
Muy buena propuesta de Canje.
Con niveles de NPV aceptables para los acreedores y acordes a las posibilidades del país.
Muy buen diseño de los incentivos, desalentando el ser holdout.
Una propuesta justa que debiera tener una alta participación.— totocaputo (@LuisCaputoAR) July 6, 2020
Como decíamos, los mercados recibieron la oferta con beneplácito. Los ADRs argentinos repuntaron por encima del 23% en Wall Street y el riesgo país bajó casi un 8% durante el transcurso de la semana. La lista de apoyos se completa con un documento firmado por más de 70 economistas liderados por Joseph Stiglitz y Thomas Piketty, publicada en el portal Project Syndicate, en el que se hace un llamamiento a la comunidad internacional a sostener al gobierno de Alberto Fernández en el proceso de renegociación de la deuda.
La presentación ante la SEC se efectivizó el lunes y tiene vigencia hasta el 4 de agosto. La misma propone un canje de U$S53,5 por cada U$S100 de valor de cara de los bonos, un mejoramiento en la quita de capital y un adelantamiento en los plazos de cobro. Como desde el primer momento, la nueva propuesta cuenta con el aval del FMI, que acompañó durante todo el proceso de diseño y también durante las negociaciones al equipo de funcionarios argentinos liderados por Martín Guzmán. El presidente Fernández, mantiene permanentemente conversaciones telefónicas con la Directora Gerente del organismo, Kristalina Georgieva, que no sólo incluyen la renegociación de la deuda, sino que van más allá, y giran alrededor de la salida hacia adelante luego de la crisis de la pandemia. Incluso algunos especulan con que será necesario un nuevo acuerdo con el Fondo antes de fin de año para poder renegociar la deuda que quedó impaga con el Club de París a fines de mayo.
La nueva oferta contó con el apoyo de un importante grupo de bonistas, reconocidos por su perfil dialoguista, pero los más duros siguen sin aceptar la propuesta. Efectivamente, los grupos Ad Hoc y Exchange Bondholders emitieron un comunicado en el que rechazan la oferta, aunque en el mismo se sostiene que se está avanzando en el camino correcto.
El martes Julián Zícari publicó un artículo en el diario Ámbito Financiero, en el que desarrolla lo que él considera son las seis razones de peso que tienen los grandes fondos para aceptar la propuesta argentina, incluso los más hostiles. Va una rápida enumeración: 1. BlackRock tiene muchas acciones de empresas argentinas, por lo que no le convendría que el precio de esas acciones se desplome. Además, la mayor parte de la deuda en virtual default en su poder proviene de bonos emitidos bajo la gestión de Mauricio Macri, esto es, se adquirieron muy recientemente. En caso de default será muy difícil explicarle a los clientes que no se pudo anticipar la situación. 2. Se puede generar un efecto dominó de default soberanos (y corporativos, por qué no?) a nivel global. 3. Ya se acordó lo más difícil: el monto no es problema. 4. La alternativa, esto es, no cobrar, es peor que aceptar el acuerdo en estas condiciones. 5. Otros fondos, y los minoristas, ya están arreglando. 6. La presión política es una carta débil, es decir, tratar de presionar políticamente a un gobierno que necesita sostener la legitimidad en el contexto de crisis pandémica no parece ser el arma más poderosa en esta coyuntura.
Alfredo Zaiat tiene una visión distinta, y supone que existen tres motivos para la negativa de BlackRock. En primer lugar quiere evitar que la Argentina se transforme en un leading case para la comunidad financiera internacional. En segundo lugar, por su fuerte enfrentamiento con Kristalina Georgieva y los aires de cambio que trajo consigo a la gestión del FMI. Finalmente, cita el enfrentamiento con Guzmán.
El gobierno, por su parte, anunció que enviará en los próximos días al Congreso de la Nación un proyecto de Ley para reestructurar la deuda pública en moneda extranjera bajo ley argentina, en condiciones similares al canje propuesto para las obligaciones en la misma modalidad, pero bajo legislación extranjera. Claro, hoy las dudas se hacen presentes. Como también destacó críticamente el ex Ministro de Hacienda y Finanzas Públicas de Mauricio Macri, Alfonso Prat Gay, esta no sólo es la “cuarta última” propuesta, sino que incluye además un aumento en la oferta de U$S15.000 millones más que en la primera, a lo que le agregaría el mejoramiento en las quitas de capital el período de gracia y los plazos de cobro. En síntesis, si la Argentina no se sienta definitivamente sobre esta oferta, de aquí en adelante serán más las dudas que las certezas.