Un plenario conjunto de las Centrales de los Trabajadores Argentinos (CTA) y de la Argentina Autónoma (CTAA) decidió sumarse a la movilización convocada por la CGT y los gremios industriales para el 4 de abril próximo desde Plaza Miserere hacia las Avenidas de Mayo y 9 de Julio «en defensa del trabajo, el empleo y la producción».
Las corrientes gremiales también indicaron que ese día realizarán «una jornada de lucha que incluirá actividades descentralizadas en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA)», y señalaron que impulsarán «un paro general para abril próximo».
Ambas CTA convocaron a un acto conmemorativo del primer paro general nacional realizado en plena dictadura militar, el 27 de abril de 1979, y a otra demostración por el Día Internacional del Trabajo, el 1° de Mayo próximo, y rechazaron «el ajuste».
El encuentro fue encabezado por los dirigentes Eduardo López y Alejandro Gianni, quienes rechazaron «las estrategias de empobrecimiento de los gobiernos nacional y porteño» y expresaron que ya «se batieron los récords de producción de pobreza».
López, titular de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE), sostuvo que «el modelo económico tiene fecha de vencimiento, porque los argentinos no se acostumbrarán al hambre, el ajuste, la pauperización laboral y de las condiciones de vida».
Por su parte, el jefe de la CTA nacional, Hugo Yasky, convocó a «estar y permanecer en las calles hasta el 27 de octubre próximo», fecha de las elecciones presidenciales.