Un hombre fue internado por Covid-19 pero falleció 5 días después. El perro sigue en las puertas del centro hospitalario esperando a su dueño
La lealtad canina volvió a conmover en medio de la pandemia. En esta oportunidad, fue el caso de «Xiaobao», la mascota de un jubilado chino que internaron en un hospital de Wuhan.
Durante el mes de febrero, un hombre de 65 años entraba en el Taikang Hospital de Wuhan, el epicentro inicial del coronavirus, con síntomas compatibles con Covid-19. Junto a él, llegó su perro, un mestizo de siete años, que se quedó en las puertas del centro hospitalario esperando a su dueño.
Tras ser sometido al testeo, el adulto mayor dio positivo pocas horas después y cinco días después falleció por una neumonía. Sin embargo, su perro nunca se enteró y continuó haciendo guardia en la puerta del hospital por tres meses, con la ilusión de que algún día el hombre salga por la puerta.
A mediados de abril, cuando el gobierno chino levantó las restricciones en Wuhan, Wu Cuifen, una mujer que dirige un supermercado en el edificio, volvió al Taikang Hospital. Al enterarse de la situación del perro, decidió llamarlo «Xiaobao» o Pequeño tesoro y se ocupó de alimentarlo a diario.
Loyal #dog waits at a #Wuhan hospital for 3 months after his owner dies from covid-19
7-yo dog Xiao Bao waited patiently for his owner at Wuhan hospital.Staff at Wuhan Taikang Hospital fed Xiao Bao
Xiao's owner died 5 days after being admitted pic.twitter.com/H31Ls2Dsrh— Hans Solo (@thandojo) May 26, 2020
Wu Cuifen dialogó con New York Post y aseguró que el animal «nunca salió del hospital. Fue increíblemente leal. Primero me familiaricé con el perro y, después, lo traje a la tienda. Cada mañana, cuando abría, Xiaobao estaba allí esperándome, hasta que me despedía al final de cada día».
Wu Cuifen trató de llevarse al animal, pero fue en vano. Varias personas intentaron sacar al perro del centro de salud y llevarlo lejos para tratar de despistarlo, pero volvía de nuevo a encontrar el rastro del hospital para regresar y esperar a que saliera su dueño.
La lealtad del can de siete años se ganó los corazones de los trabajadores del centro médico. Sin embargo, cuando el hospital volvió a funcionar normalmente, algunos pacientes mostraron su descontento por ver a un perro deambulando y se quejaron a los jefes de la institución.
A raíz de ese episodio, las enfermeras se pusieron en contacto con una protectora de animales de Wuhan, cuyos miembros ya acogieron a Xiaobao y están buscándole una familia que lo adopte.