“Se modificaron los hábitos: trabajo, escuela y las actividades diarias con el encierro. La falta de actividad nos afectó muchísimo”, afirmó la licenciada en nutrición Silvina Minicucci
Por Gina Verona Muzzio
La pandemia trajo más tiempo de calidad para compartir en familia, momentos de jugar en la cocina con los niños, cuidar las plantas en el patio o estar en soledad con un libro. Sin embargo, todo debía hacerse al interior del hogar, por lo que el ejercicio se redujo y las profesionales de la nutrición registraron un notable incremento del peso en las personas, directamente vinculado al mayor sedentarismo.
Según la Licenciada en Nutrición Silvina Minicucci, “la mayoría de las personas, más de un 70% de la población, aumentó más de 5 kilos durante la pandemia. Es muchísimo en un período corto de tres o cuatro meses”. De esa manera se refirió a los primeros meses de aislamiento social preventivo y obligatorio. Sin embargo, la tendencia no se revirtió.
“Se modificaron nuestros hábitos: trabajo, escuela y todas las actividades diarias con el encierro. La falta de actividad nos ha afectado muchísimo”, expresó Minicucci a EQC Mujer. En este sentido, hizo alusión a que no solo la falta de ejercitación o movimiento influyó en el incremento de peso, sino también los efectos del encierro en la salud mental, causando muchas veces depresión o ansiedad.
“No nos olvidemos que la comida y las emociones nos atraviesan en todo momento. Hay dos aspectos: fisiológicos y psicológicos. En cuanto a lo fisiológico, disminuyó considerablemente ese gasto diario, no sólo por actividad física sino también por actividad diaria. No es lo mismo quedarte en tu casa y hacer home office, que dejar el auto a cinco cuadras, caminar, ir a buscar los chicos a la escuela, de ahí hacer mandados, hacer la comida. Todo eso implica un gasto diario que se modificó mayoritariamente y eso tiene una implicancia bastante importante en la alimentación. Si encima le sumamos la falta de actividad física y que comimos más de lo que gastábamos, la mayoría de las personas, más de un 70% de la población aumentó más de 5 kilos durante la pandemia. Ninguno readecuó la ingesta al gasto y eso es clave”, analizó Minicucci en profundidad.
Y agregó: “La gente hizo lo que pudo, pero el resultado no fue bueno. Se siguió consumiendo lo mismo o más que estando en actividad”.
Así como las profesionales de la nutrición vieron el constante incremento de peso en 2020, ahora siguen registrando dificultades para volver a la actividad. “Sigue costando, veo en el consultorio que la gente sigue sedentaria, sigue costando retomar los hábitos y la rutina que tenían antes de la pandemia. Se han abierto un poco las restricciones como para empezar a moverse y la gente sigue en modo indoor”, concluyó.
“No es momento de ser Masterchef”
Un problema que ayudó a que se complique mantener el peso adecuado para estar saludable, fue la tendencia general a cocinar, a probar nuevas recetas y alimentos. “Otra cosa que influyó fue la tendencia, para entretener a los chicos o para entretenernos nosotros, a cocinar en casa”, explicó Minicucci.
Y fue contundente: “No es momento de ser masterchef. Pan casero, pizza casera, galletitas caseras. No. Deberíamos haber buscado otro tipo de actividades que estén muy lejos de la cocina. Porque lo que hacíamos, lo consumíamos. Disminuyó el gasto y aumentó la ingesta, una ingesta calórica, porque nadie se puso a cocinar espinaca”.