Mundo

La campaña «50 for Freedom» contra el trabajo forzoso llegó a su objetivo histórico


Los gobiernos se comprometen por medio de este tratado a tomar medidas eficaces para evitar el trabajo forzoso y proteger a las víctimas del mismo

La campaña «50 for freedom», de la Organización Internacional del Trabajo, ya alcanzó su objetivo inicial de lograr 50 ratificaciones del Protocolo sobre el trabajo forzoso. Lo logró con la ratificación del mismo por parte de Sudán el último miércoles.

Los gobiernos se comprometen por medio de este tratado a tomar medidas eficaces para evitar el trabajo forzoso, proteger a las víctimas del mismo y velar por que éstas tengan acceso a acciones jurídicas y de reparación, incluidas las indemnizaciones pertinentes.

«Hemos logrado hito que reviste suma importancia», señaló Guy Ryder, Director General de la Organización Internacional del Trabajo. Asimismo, sostuvo: «Debemos forjar de consuno un futuro del trabajo en el que no haya trabajo forzoso, trata de seres humanos, trabajo infantil ni formas modernas de esclavitud. Porque el trabajo forzoso no tiene cabida en la mejor normalidad que deseamos fomentar desde ahora».

La campaña se puso en marcha en colaboración con la Organización Internacional de Empleadores (OIE) y la Confederación Sindical Internacional (CSI) para alentar a los gobiernos a ratificar dicho Protocolo y aumentar la concienciación sobre la existencia de formas modernas de esclavitud.

«Si bien 50 ratificaciones merecen ser objeto de celebración, es necesario contar con muchas más», señaló Sharan Burrow, Secretaria General de la CSI.

El trabajo forzoso afecta a todos los grupos de población, a todas las regiones del mundo y a todos los sectores económicos, informa la OIT. Según estimaciones recientes a escala mundial, aún siguen realizando trabajo forzoso 25 millones de hombres, mujeres y niños, que son víctimas de la trata de seres humanos, la servidumbre por deudas o situaciones de trabajo en condiciones análogas a la esclavitud. Esa cifra ha aumentado debido a la pandemia de COVID-19, que repercute en los trabajadores más vulnerables, la mayoría de los cuales no tiene acceso a prestaciones de protección social.