Por Fernando Del Corro
El 22 de febrero de 1904, 114 años atrás, se izó por primera vez la bandera nacional en el territorio antártico y el 26 de noviembre de 1974 quedó establecido por ley, ese mismo 22 de febrero, el Día de la Antártida Argentina, por la fracción reclamada de dicho continente oficialmente descubierto en 1818.
Ese continente, sin embargo, ya aparecía en un mapa en 1513. Y fue dibujado y concebido por el almirante y cartógrafo otomano Piri Reis.
Dicho mapa cuenta con una inscripción del propio Piri Reis que señala que fue concluido en el mes de Muharrem del calendario musulmán, o sea entre el 9 de marzo y el 7 de abril del calendario occidental. La obra fue hallada en 1929 en el Palacio Topkapi, de Estambul, que fue la residencia del emperador Solyman “El Magnífico”, hoy Museo Topkapi Sarayi. Allí se conserva el mapa como una verdadera reliquia, al punto de que su imagen aparece en los viejos billetes de diez millones de liras turcas y en los actuales de diez nuevas liras turcas.
Piri Reis, el nombre con el que se hizo famoso, actualmente aparece con alguna frecuencia en la serie televisiva turca “El Sultán”. Se llamaba Haggi Ahmed Muhiddin Prir, nombre que se transformó en Piri en tanto que Reis devino del corsario turco Kemal Reis, de quien era sobrino y con el que comenzó a navegar a partir de los doce años durante el reinado de Selim I Yavuz, padre de Solyman. Autor del “Libro de las Materias Marinas” había nacido en Galípoli en 1465 y murió decapitado en Egipto en 1554.
El mapa, hallado el 9 de octubre de 1929, más allá de sus imprecisiones, muestra las costas atlánticas de África, América y Europa e incluye accidentes geográficos desconocidos en 1513, como es el caso de la Cordillera de los Andes, y aunque algunos discrepan acerca de que la parte final sea la Antártida, muestra también territorios que recién fueron “descubiertos” años más tarde en el Caribe y que abren sospechas sobre quiénes pueden haber sido sus informantes, entre ellos marinos portugueses y chinos.
Es importante recordar que en 1441 el Imperio Chino organizó una vuelta al mundo liderada por el almirante Huang Hu, similar a la del portugués Hernando de Magallanes a partir de 1519, seis años después del mapa de Piri Reis, y durante la cual los navegantes asiáticos, tras atravesar el Océano Índico, hicieron una escala en Cabo Verde para luego cruzar el Atlántico, recorrer la costa brasileña, hacer escala en la actual provincia argentina de Río Negro y probablemente en las Malvinas, seguir al sur y volver por el Pacífico.
Luego del hallazgo en 1929 numerosos cartógrafos se dedicaron a estudiar el mapa y así en 1931 el alemán Paul Kahle lo presentó en el XVIII Congreso de Orientalistas con un éxito notable; en 1932 se editaron fotografías en el “Illustrated London News”; en 1954 la académica Ayse Afet Ínan presentó una monografía en Ankara titulada “El mapa más antiguo de América dibujado por Piri Reis”, mientras Halil Edhem recordaba al marino llamado “el inflexible”.
Como contrapartida no han faltado los que rechazan la presencia de la Antártida en el mapa arguyendo, por ejemplo, problemas de dibujo porque el material sobre el que se dibujó todo resultó insuficiente y eso provocó una deformación de América del Sur por lo que lo que llama a confusiones es el extremo austral argentino. Pero ese mapa también incluye otras tierras entonces desconocidas como la isla de Marajo, en la desembocadura del Amazonas, recién hallada en 1543.
La presencia argentina data de 1904 cuando se izó la bandera en las Islas Orcadas del Sur tras lograr que la Sociedad de Geografía de Escocia, que había llegado al lugar el 22 de febrero de 1902 pero sobre el que cedió sus derechos en noviembre de 1903 a los argentinos cuando, ante la necesidad de ayuda para reparar la nave “Scotia” y obtener aprovisionamiento, la expedición encabezada por William Speirs Bruce recaló en busca de ayuda en el puerto de la hoy Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Desde entonces la Argentina mantiene la base en la isla Laurie, cedida por los escoceses, a las que sumó otras permanentes y transitorias, y en 1942 delimitó su Sector Antártico y a partir de 1957 se comenzaron a tejer los acuerdos internacionales con doce signatarios que luego se fueron ampliando con la creación del Sistema del Tratado Antártico cuya Secretaría Ejecutiva, según se acordó en 2001, tiene asiento en la Ciudad de Buenos Aires, lo que se concretó a partir de 2004.
Dicho mapa cuenta con una inscripción del propio Piri Reis que señala que fue concluido en el mes de Muharrem del calendario musulmán, o sea entre el 9 de marzo y el 7 de abril del calendario occidental. La obra fue hallada en 1929 en el Palacio Topkapi, de Estambul, que fue la residencia del emperador Solyman “El Magnífico”, hoy Museo Topkapi Sarayi. Allí se conserva el mapa como una verdadera reliquia, al punto de que su imagen aparece en los viejos billetes de diez millones de liras turcas y en los actuales de diez nuevas liras turcas.
Piri Reis, el nombre con el que se hizo famoso, actualmente aparece con alguna frecuencia en la serie televisiva turca “El Sultán”. Se llamaba Haggi Ahmed Muhiddin Prir, nombre que se transformó en Piri en tanto que Reis devino del corsario turco Kemal Reis, de quien era sobrino y con el que comenzó a navegar a partir de los doce años durante el reinado de Selim I Yavuz, padre de Solyman. Autor del “Libro de las Materias Marinas” había nacido en Galípoli en 1465 y murió decapitado en Egipto en 1554.
El mapa, hallado el 9 de octubre de 1929, más allá de sus imprecisiones, muestra las costas atlánticas de África, América y Europa e incluye accidentes geográficos desconocidos en 1513, como es el caso de la Cordillera de los Andes, y aunque algunos discrepan acerca de que la parte final sea la Antártida, muestra también territorios que recién fueron “descubiertos” años más tarde en el Caribe y que abren sospechas sobre quiénes pueden haber sido sus informantes, entre ellos marinos portugueses y chinos.
Es importante recordar que en 1441 el Imperio Chino organizó una vuelta al mundo liderada por el almirante Huang Hu, similar a la del portugués Hernando de Magallanes a partir de 1519, seis años después del mapa de Piri Reis, y durante la cual los navegantes asiáticos, tras atravesar el Océano Índico, hicieron una escala en Cabo Verde para luego cruzar el Atlántico, recorrer la costa brasileña, hacer escala en la actual provincia argentina de Río Negro y probablemente en las Malvinas, seguir al sur y volver por el Pacífico.
Luego del hallazgo en 1929 numerosos cartógrafos se dedicaron a estudiar el mapa y así en 1931 el alemán Paul Kahle lo presentó en el XVIII Congreso de Orientalistas con un éxito notable; en 1932 se editaron fotografías en el “Illustrated London News”; en 1954 la académica Ayse Afet Ínan presentó una monografía en Ankara titulada “El mapa más antiguo de América dibujado por Piri Reis”, mientras Halil Edhem recordaba al marino llamado “el inflexible”.
Como contrapartida no han faltado los que rechazan la presencia de la Antártida en el mapa arguyendo, por ejemplo, problemas de dibujo porque el material sobre el que se dibujó todo resultó insuficiente y eso provocó una deformación de América del Sur por lo que lo que llama a confusiones es el extremo austral argentino. Pero ese mapa también incluye otras tierras entonces desconocidas como la isla de Marajo, en la desembocadura del Amazonas, recién hallada en 1543.
La presencia argentina data de 1904 cuando se izó la bandera en las Islas Orcadas del Sur tras lograr que la Sociedad de Geografía de Escocia, que había llegado al lugar el 22 de febrero de 1902 pero sobre el que cedió sus derechos en noviembre de 1903 a los argentinos cuando, ante la necesidad de ayuda para reparar la nave “Scotia” y obtener aprovisionamiento, la expedición encabezada por William Speirs Bruce recaló en busca de ayuda en el puerto de la hoy Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Desde entonces la Argentina mantiene la base en la isla Laurie, cedida por los escoceses, a las que sumó otras permanentes y transitorias, y en 1942 delimitó su Sector Antártico y a partir de 1957 se comenzaron a tejer los acuerdos internacionales con doce signatarios que luego se fueron ampliando con la creación del Sistema del Tratado Antártico cuya Secretaría Ejecutiva, según se acordó en 2001, tiene asiento en la Ciudad de Buenos Aires, lo que se concretó a partir de 2004.