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«La actividad física es un componente esencial para el control de la salud»


Foto: Fernando Der Meguerditchian

Durante la pandemia, se incrementó el sedentarismo en la población. El médico Daniel Piskorz del Instituto de Cardiología del Sanatorio Británico de Rosario analizó la situación en diálogo con CLG

En el año y medio que pasó desde el comienzo de la pandemia en Argentina y en el mundo, se hizo muy evidente la disminución en la actividad física de gran parte de la población. De más está decir las graves consecuencias que el sedentarismo genera en el organismo. Para analizar el tema en profundidad, CLG se contactó con el médico Daniel Piskorz, del Instituto de Cardiología del Sanatorio Británico de Rosario, quien aseguró que “la actividad física es un componente esencial para el control de la salud”.

“Lamentablemente, hemos visto que durante las etapas más agudas de la pandemia, la gente ha dejado de hacer actividad física y una proporción muy importante de la población, está desarrollando menos de 100 minutos de ejercicio semanales, que es el límite inferior que nosotros recomendamos”, detalló Piskorz.

El médico aseguró a CLG que en el marco de la pandemia, “la inactividad física se ha asociado fuertemente al desarrollo de depresión mayor”, es decir que “ha tenido un impacto en el aspecto emocional de la población”.

Por eso, instó a que se retome la actividad física de la manera que sea posible para cada uno: con caminatas, bicicleta. “La ciudad tiene muchos parques donde puede haber distancia prudencial, por lo que no existirían limitaciones para desarrollar actividad física aeróbica”, ahondó el cardiólogo.

Recomendaciones

Piskorz afirmó que lo recomendable es hacer “entre 150 y 250 minutos semanales de actividad física aeróbica, caminatas, natación, bicicleta”. Ese ejercicio se puede “complementar con tres sesiones semanales de 30 minutos/media hora de ejercicios isotónicos con una carga de intensidad moderada, es muy bueno”.

Además, a la actividad física hay que sumarle “buenos hábitos alimentarios”. “Recomendamos comer cinco porciones de frutas y verduras de ochenta gramos todos los días, como parte de la carga calórica”, indicó el médico a CLG.

Y ejemplificó: “Está demostrado que una dieta mediterránea, rica en frutas, verduras, con derivados lácteos descremados, reducción del contenido de carnes de cualquier tipo, granos enteros, enriquecida con aceite de oliva o frutos secos es una dieta que reduce la morbilidad y mortalidad cardiovascular, reduce la presión arterial, los niveles de colesterol y el riesgo de desarrollar diabetes del adulto”.

Nutrición: otro tema clave

Piskorz hizo hincapié en el tema de la alimentación y afirmó que “en Argentina la obesidad no es considerada una enfermedad” y que desde hace varios años, “las sociedades de endocrinología y nutrición están bregando para que sea considerada una enfermedad, porque esto incrementa y facilita la financiación del tratamiento de la enfermedad”.

“En nuestro país, el consumo de frutas y verduras, en al menos cinco porciones al día, lo realiza sólo el 7% de la población. Hay una subalimentación. Hemos notado también una asociación entre la calidad de la alimentación y el desarrollo de cuadros emocionales”, aseguró.

Según Piskorz, “el 60% de nuestra población tiene sobrepeso y obesidad, casi 2 de cada 3 personas”. Esos números son previos a la pandemia, por lo que considerando las tendencias, es posible que ese porcentaje haya aumentado. “La obesidad se está transformando en una pandemia también y Argentina no está exenta de esto. Es un problema muy serio”, dijo.

“Sobrepeso y obesidad se asocian a diabetes o intolerancia glúcida, a trastornos de las grasas sanguíneas e incrementa significativamente la presión arterial. Todos estos son factores de riesgo para el desarrollo de infartos de miocardio, ataque cerebrovascular, muerte súbita. Las perspectivas no son favorables en términos de estas enfermedades crónicas no transmisibles. Hay que ponerse a trabajar ya mismo, porque el trabajo en cuanto a campañas de prevención es muy pobre en nuestro país”, agregó.

“El tema de la alimentación también es un tema central para la salud pública”, finalizó el médico.