Luego de que la Justicia ordenará hoy que Kiki, el niño de 3 años que había sido entregado a una familia en enero pasado sea restituido al matrimonio que lo crió por más de un año bajo “guarda”, figura que impide la adopción de parte de quienes acceden a ese programa, la distinguida médica pediátra Mirta Guelman de Javkin opinó sobre el tema.
En dialogo con este medio, Gueldan aseguró que: «Es totalmente justo lo que se decidió, el encuentro será muy fuerte porque no dejaron que la pareja vea al niño durante todos estos meses».
Unos meses atrás, en febrero, cuando se conoció la negativa de la Justicia provincial para que el periodista de radio Universidad de Santa Fe Sergio Gigliotti y Cristina Morla críen al niño, la reconocida doctora opinó en una nota en La Capital sobre la polémica decisión:
«Solo desde el desconocimiento absoluto del proceso de humanización, de la epigenética y desarrollo evolutivo de un niño en sus primeros años de vida, es posible ejecutar la separación abrupta, violenta y definitiva de su nido.
Me pregunto, ¿qué interpretación normativa, qué conciencia moral, qué desconocimiento científico actual, qué discapacidad empática, ética y compasiva, impulsó esta decisión? ¿Por qué no permiten que el niño al menos vea y abrace a sus seres queridos? Puedo asegurar que esto provoca síntomas y signos (detectados o no) de enfermedad no solo en Kiki, también en la sociedad. Kiki sufre más que quienes reclaman su proximidad.
Hay que cambiar la nomenclatura y abandonar la diferencia entre padres «adoptivos» o «biológicos». A la luz de los nuevos conocimientos es más lógico decir: «Paternidad biopsicosocial» o simplemente «padres». ¿Acaso los estudiantes que donan espermatozoides para hacerse de unos pesos en EEUU, son padres?
Investigué en aquellos años las curvas de peso, altura, perímetro cefálico y adquisición del lenguaje en tenencias provisorias y el «cush up» (golpe recuperatorio) que mostraban los pequeños, cuando se legalizaba el vínculo de afiliación (legitimado por el afecto).
También documenté como se parecen (fenotipo) los hijos adoptivos a sus padres criantes, desmintiendo los mandatos genéticos (genotipo).
Más de 96.000 firmas, apoyo de la Cámara de Diputados de Santa Fe y otras autoridades solicitan que se resuelva lo antes posible, con ética (ubicarse en el pellejo de y circunstancia vital de Kiki)».