El gobernador bonaerense recorrió junto al Presidente la fábrica de utomotriz Volkswagen y señaló que se busca "reactivar el proceso productivo sin correr riesgo excesivos"
El gobernador bonaerense Axel Kicillof afirmó este martes que «volver a la normalidad es un sueño, un suicidio colectivo» ya que «el coronavirus está circulando», y señaló que se busca «reactivar el proceso productivo sin correr riesgos excesivos».
Junto al presidente Alberto Fernández, Kicillof visitó la planta de Volkswagen en la localidad bonaerense de General Pacheco, en el partido de Tigre, que retomó ayer su producción con los protocolos sanitarios.
En ese marco, el mandatario sostuvo que en la provincia de Buenos Aires “hemos trabajado intensamente para conseguir que se reactive la producción, que era un objetivo de la nueva fase de la cuarentena”.
Durante su discurso, Kicillof le envió un mensaje a aquellos que pregonan la reactivación plena de la actividad industrial y comercial en el marco del aislamiento social, al señalar que “muchos piden volver a la normalidad desde un discurso de la economía, pero esa normalidad no existe más”.
“No se puede volver a la normalidad. Es un sueño, una fantasía, un suicidio colectivo porque no existe más esa normalidad porque el virus está circulando y si bien se puede contener, no se lo puede controlar”, remarcó.
En ese sentido, Kicillof agregó que “lo que hay que hacer es extremar las medidas sanitarias y reactivar el sector productivo sin correr riesgos excesivos mientras que la población de riesgo y todos los que puedan se queden en sus casas”.
“Nuestra receta para ir hacia una nueva normalidad, distinta y de convivencia con el virus, es poner énfasis en rehabilitar el aparato productivo, siempre extremando las medidas sanitarias y de seguridad”, indicó.
“Era prioritario poner en marcha el proceso productivo, porque constituye el 53% de la industria nacional por lo que si la provincia de Buenos Aires para las máquinas, para el país”, señaló Kicillof, quien resaltó que las industrias alimenticias y de los medicamentos “nunca pararon durante la cuarentena”.
El mandatario bonaerense indicó también que para cumplir ese objetivo es necesario el trabajo coordinado de “las tres patas involucradas: los empresarios, los trabajadores y el Estado, mientras lo hagamos de esa manera podemos estar tranquilos”.
También estuvieron presentes en la recorrida por la planta el intendente de Tigre, Julio Zamora; el ministro de Desarrollo Productivo nacional, Matías Kulfas; el ministro de Producción bonaerense, Augusto Costa; y la titular de AySA, Malena Galmarini, entre otras autoridades y representantes gremiales.
Este centro industrial emplea a 3.000 trabajadores y trabajadoras, pero el reinicio de las actividades se organizó en un solo turno al que concurren 1.500 personas bajo un protocolo de prevención, mientras que otro grupo de empleados sigue trabajando desde sus hogares.
Durante la visita, representantes de la compañía detallaron cada uno de los pasos que se empezaron a implementar para cumplir con el protocolo de salud y seguridad, que incluye el transporte de los trabajadores hacia la planta, a cargo de la empresa mediante minibuses, según informaron desde la Provincia mediante un comunicado.