El proceso oral comenzó este martes en los tribunales de la capital provincial. El acusado tiene 41 años y los fiscales adelantaron que solicitarán una pena de 23 años de prisión
Un hombre de 41 años, cuyas iniciales son AJRP, comenzó a ser juzgado hoy por delitos contra la integridad sexual cometidos en perjuicio de dos hijas (en ese momento menores de edad) de la mujer que era su pareja en las localidades de Cayastá, Campo del Medio y Santa Fe.
Los fiscales que investigaron lo ocurrido son Mariela Jiménez y Federico Grimberg, quienes adelantaron que solicitarán una pena de 23 años de prisión de cumplimiento efectivo para el acusado. Los delitos por los que será juzgado el acusado son la autoría de abuso sexual con acceso carnal de víctima menor de 13 años, agravado (por ser guardador y aprovechar la situación de convivencia preexistente) en concurso ideal con promoción a la corrupción de menores agravada (por violencia y por ser encargado de la guarda).
El tribunal pluripersonal que tendrá a su cargo el debate estará integrado por los jueces Héctor Gabriel Candioti (presidente), Sandra Valenti y Luis Octavio Silva.
“Los hechos que investigamos ocurrieron entre los años 2005 y 2014 en el marco de la convivencia que el acusado tuvo con su pareja, que es la madre de las víctimas”, detalló la fiscal Jiménez. “Si bien las fechas exactas no pudieron determinarse, podemos afirmar que el hombre que será juzgado abusó sexualmente de las menores de forma continua y sistemática, en momentos en que las niñas quedaban a su cuidado”, agregó.
“AJRP convivió con ambas víctimas en distintos domicilios ubicados en las localidades de Cayastá y Campo del Medio, y también en la ciudad de Santa Fe”, precisó el fiscal Grimberg y añadió que “en ambos casos, AJRP cometió los abusos cuando las niñas eran menores de edad y bajo amenazas de que si no practicaban estos actos sexuales el acusado mataría a la madre, a la abuela y a los tíos de las niñas”.
“En relación a los ilícitos atribuidos al acusado, consideramos que está suficientemente acreditada su materialidad, como así también la responsabilidad del hombre”, argumentaron los fiscales. Por último, hicieron hincapié en que “el monto de la pena seleccionado es proporcional a la culpabilidad del autor, quien entendía perfectamente sus actos e hizo uso de la violencia y la manipulación, no sólo sobre las víctimas de abuso sino también sobre el grupo familiar».
Por último, explicaron que «el daño que el acusado causó en las víctimas es de tal magnitud que cargarán con el padecimiento producto de los abusos durante toda su vida”.