Un fiscal pidió este miércoles que se condene a la pena de prisión perpetua a los principales acusados de la desaparición y muerte de Paula Perassi, en 2011 en San Lorenzo, y aseguró que los imputados conformaron «una cofradía delictiva familiar».
Esas fueron las palabras del fiscal Donato Trotta al pedir la pena de prisión perpetua para el empresario Gabriel Strumia, su esposa Roxana Michl, su asistente Antonio Díaz y la presunta «abortera» Mirta Rusñisky.
Trotta los acusó a los cuatro de cometer los delitos de «privación ilegítima de la libertad y aborto sin consentimiento seguido de muerte». También volvió a solicitarle al tribunal penas de entre 6 y 16 años para los policías acusados de encubrir el presunto aborto seguido de muerte de la víctima.
Paula Perassi (36) fue vista por última vez el 18 de septiembre de 2011 luego de salir de su casa de la localidad de San Lorenzo tras recibir un llamado telefónico. La mujer vivía con su esposo y sus dos hijos y según la investigación mantenía una relación extramatrimonial con el empresario Strumia, de esa misma ciudad.
La sospecha de la fiscalía es que la mujer quedó embarazada y fue obligada por su amante y la esposa de éste a abortar, práctica en la que habría muerto y por la que está acusada Rusñisky.
El fiscal Trotta dio detalles en su alegato acerca de «la relación amorosa entre Paula Perassi y Gabriel Strumia y cómo influyó en todos los hechos posteriores».
Luego se refirió «al embarazo de Paula Perassi y el conflicto que generó entre ellos y en el entorno» y más adelante al «día de la desaparición» de la mujer. Por último, en una extensa exposición que duró dos horas, se refirió a los policías implicados en el caso como «los proveedores de la impunidad».
«Se han reproducido todos los indicios que consideramos probatorios», sostuvo ante el tribunal, para agregar que «la falta del cuerpo (de Perassi, que aún no fue encontrado) demuestra que fue un plan ilegal».
En ese punto, Trotta dijo que los jueces «no deberán valorar la falta del cuerpo como un descargo» sino que «debe ser valorado como una consecuencia de un plan criminal que fue parcialmente exitoso». «Y decimos parcialmente –continuó el fiscal- porque a lo largo del debate hemos destruido las pruebas que intentaban demostrar el estado de inocencia de los imputados en la causa».
Durante el alegato final del juicio, volvió a solicitar seis años de prisión para el policía Adolfo Puyol y 16 para sus pares Jorge Krenz, Aldo Gómez, Gabriel Godoy y María Jose Galtelli, por el delito de encubrimiento.
El debate pasó a un cuarto intermedio hasta el jueves cuando comenzará el alegato de las defensas, que se extenderán hasta el viernes inclusive.