CLG Radio dialogó con Damián Lerman, infectólogo y vicedecano de la Facultad de Medicina de la UNR, quien opinó sobre la vacuna rusa: "Si se aprueba, la salud colectiva se va a ver beneficiada"
El presidente Alberto Fernández realizó este lunes un anuncio crucial en el contexto de la pandemia, al oficializar que Carla Vizzotti y Cecilia Nicolini viajaron a Rusia para recabar información sobre la vacuna Sputnik V contra el coronavirus y que regresaron con un principio de acuerdo para adquirir 25 millones de dosis que comenzarían a llegar al país a partir de diciembre. Desde distintos sectores manifestaron cierto escepticismo con respecto a dicha vacuna. En este contexto, CLG Radio dialogó con Damián Lerman, médico infectólogo y vicedecano de la Facultad de Medicina de la UNR, quien apuntó contra quienes detractan a la vacuna por su procedencia: «Esto no es un partido de fútbol, está en juego la salud de la humanidad».
«Lo primero que uno tiene que saber es que frente al cansancio que tenemos en la sociedad que aparezca una luz de esperanza es promisorio. La primera reflexión es que no hay que equivocar el camino, hay que ser cautos, esperar a que se completen los estudios que faltan, y de allí en adelante con todos los estamentos superados y la vacuna aprobada, por fin empezar a vacunar a la población», comenzó expresando el especialista.
«La vacunación es fundamental para evitar enfermedades. Nosotros queremos curar enfermedades, pero primero queremos evitarlas. En toda la historia de la humanidad la vacuna ha ahorrado muchas vidas, sin embargo necesitamos que eso sea probado y que la población la vaya a recibir cuando la vacuna esté en condiciones de ser aplicada», agregó.
Además, Lerman se refirió a quienes desconfían de la vacuna Sputnik V: «Van a haber muchos peros porque se hizo rápidamente, por la procedencia, porque la gente juzga de donde viene, pero la realidad es que cuando hay una vacuna que científicamente se ha aprobado y ha pasado los estamentos mundiales es fundamental para evitar enfermedades y la salud colectiva se va a ver beneficiada».
Con respecto a los estudios publicados sobre la vacuna rusa, indicó: «Está muy bueno que hayan salido las publicaciones que salieron porque peor hubiese sido que digan que la fase 1 no dio los resultados esperados. Es verdad que fueron 72 pacientes, ahora la fase 3 se va a hacer en miles de pacientes y también se van a publicar los resultados, y a partir de allí podremos sacar nuestras propias conclusiones y poner en marcha la vacunación. Esto no es un partido de fútbol, no es una grieta, está en juego la salud de la humanidad y no hay que ser tan livianos al opinar sin tener fundamentos científicos».
«Si los estudios en fase 3 nos dan que no se puede aplicar, no se puede. Pero si da que se puede hay que empezar a informar y mostrarle a la gente. Esto no es quién gana y quién pierde, esto es la salud de la humanidad», añadió.
Además, el infectólogo rosarino manifestó su preocupación ante la posible reticencia de la población a recibir la vacuna: «Esto tiene mucho correlato detrás: el país que la origina, el nombre de la vacuna, obviamente todo infundado. Siempre hay un pero. Si hay una vacuna positiva que no se puede aplicar porque la gente descree, realmente es un problema sanitario grave. Hemos desarrollado innumerable cantidad de vacunas y han servido para salvar a muchas personas, pero siempre están los detractores».
«Lo ‘antivacuna’ y lo ‘provacuna’ debería dejar de existir como tal. Uno debería discutir científicamente y sanamente en una mesa qué es lo que tiene a favor y qué tiene en contra porque al fin y al cabo, el que está en contra o a favor de la vacuna quiere que a la humanidad le vaya bien, imagino que ese es el fin del ser humano», añadió.
Por otra parte, el vicedecano de la Facultad de Medicina al proyecto que obtuvo media sanción en la Cámara de Diputados de la Nación que le quita responsabilidades jurídicas a los laboratorios por futuros efectos adversos de las vacunas: «Me parece que vivimos en un mundo híper capitalista donde todo tiene un precio, y la vacuna tiene precio. Lo que puede venir después de la aplicación, como algunos efectos adversos, también tienen precio, y estamos frente a empresas multinacionales, no frente al kiosco de la esquina de casa. Ellos van a tomar todos los recaudos para vender las vacunas y es el juego de la oferta, la demanda y los intermediarios que ocurren en este mundo. A mi claro que me preocupa, pero es lo que nos toca vivir como mundo capitalista cada vez más complejo».