Fue realizado por la Policía Federal para recabar información por el ataque perpetrado contra la sede central de la Unión Tranviarios Automotor
Fue realizado por la Policía Federal para recabar información por el ataque perpetrado contra la sede central de la Unión Tranviarios Automotor
La Policía Federal allanó este viernes este viernes dos empresas de colectivos por orden judicial para recabar información por el ataque perpetrado contra la sede central de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) hace diez días atrás.
Los agentes de la fuerza de seguridad allanaron este mediodía la sede de la línea 80, ubicada en la calle Avelino Díaz 3895 en la ciudad bonaerense de Villa Celina, en el partido de La Matanza, informaron fuentes judiciales a NA.
En horas de la mañana, en un operativo similar, la Policía había allanado sede de la empresa Colectiveros Unidos SAIF, que controla la línea 106, en el barrio porteño de Liniers, de donde se llevaron documentación para la causa.
El 17 de diciembre pasado un grupo de choferes de una rama sindical opositora a la conducción de la UTA atacó la sede del gremio, destruyó todo lo que encontró a su paso e hirió de gravedad a trabajadores que desempeñaban tareas administrativas allí.
Según el expediente de la causa judicial, los atacantes fueron choferes que trabajan para la Empresa Grupo Dota SA, que habrían estado acompañados por integrantes de la barra brava de Nueva Chicago.
El ataque fue, dijeron en ese momento los choferes, porque el secretario general del gremio, Roberto Fernández, no apoyó el paro en 60 líneas de colectivos y los cortes en los puentes La Noria, Pueryrredón y Alsina que realizaron en forma sorpresiva por un conflicto mantenido con DOTA.
A cargo de la causa por los daños y la toma del edificio quedó a cargo la Fiscalía Criminal Correccional N° 1, a cargo de la fiscal Verónica Andrade. La CGT expresó su respaldo al secretario general de la UTA, quien integra el Consejo Directivo de la central obrera, y condenó «la intrusión de grupos violentos en la sede» de ese gremio, lo que puso en riesgo la vida de quienes se encontraban en el edificio.
El ministro de Trabajo, Claudio Moroni, calificó los violentos incidentes como «la peor imagen del mundo sindical» pero aseguró que su cartera no intervendrá porque «no son problemas laborales, sino delictivos», y aseguró que lo dejará en manos de la Justicia.
En una línea similar a la de la CGT, la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT) planteó la necesidad de que «los trabajadores diriman sus diferencias dentro de la orgánica y la vida interna de cada organización». .