El director de "Balas perdidas", que volvió a emitirse por la TV Pública, dialogó con CLG acerca de la reposición de la serie que tiene como epicentro la ciudad de Rosario
Por Mario Luzuriaga
«Estoy sorprendido de que pasen la serie que ya se había emitido en la TV Pública», dice el director rosarino Hugo Grosso, responsable de la serie «Balas perdidas», que volvió al aire la semana pasada.
La serie policial protagonizada por Luis Machín, basada en el robo ocurrido contra el Tesoro Regional de Rosario del Banco Central en 1992.
La trama transcurre tras el anuncio del Plan de Convertibilidad, cuando Pipo (Machín) logra robar del Tesoro Regional Rosario unas 600 «balas» con australes, equivalente a 30 millones de pesos/dólares, destinados a ser quemados. Intenta quedarse con el botín, pero algo sale mal, y debe entregarse y negociar para salir del país sin ser juzgado.
El realizador dialogó con CLG acerca de esta historia que conmovió a la ciudad y al país entero.
«Tenía ganas de mostrar, además, el conflicto gremial que había con los trabajadores del Banco Provincial en medio de la Convertibilidad, y sorprendió que hayan pedido que se reponga», contó.
Grosso afirma que es una alegría inmensa que el trabajo que hace, sobre todo televisivo, vuelva a emitirse y se refleje todo el trabajo que hubo.
Consultado sobre si le gusta que Rosario sea el lugar alternativo para realizar la ficción, ya que siempre las filmaciones se hacen en Buenos Aires, respondió: «Básicamente no estoy seguro si es por el paisaje, ya que se sitúa en lugares cerrados, pero sí me interesa por el lado de otra forma verbal. Me sorprende ver una expresión palermitana en todo lo que veo, no es porteña; tiene un elenco muy variado, de muchos lugares y le da una textura diferente. La verdad es que no sé si lo logramos, pero tratamos de contar una historia con más matices».
El director contó que la ficción dejaba un mensaje en el cual lo que sucedió, tanto el hecho delictivo que fue el robo del dinero, como el plan de vaciamiento que se hizo con ciertas políticas neoliberales vuelvan a ocurrir.