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Horacio Altuna, creador de «Loco Chávez» y «Ficcionario», estuvo en Crack Bang Boom


 

Por Mario Luzuriaga

La 10º Crack Bang Boom es visitada por los más importantes artistas de todo el mundo y es el lugar donde más cómodos se sienten. En esta ocasión, el reconocido autor y dibujante Horacio Altuna llegó desde Barcelona, lugar donde reside hace ya un tiempo, para estar junto a su público.

Empezó su carrera profesional colaborando en varias revistas y se dio a conocer con las tiras “El loco Chávez” y «Las puertitas de Sr. López», realizadas con el guionista Carlos Trillo. Entre otras obras, ha publicado “Ficcionario” (1983), “Chances” (1985) e “Imaginario” (1987-1988), todas ellas en la revista 1984.

En los años ’90 empezó su colaboración con la revista “Playboy”, centrada en un erotismo cotidiano y costumbrista. Ha recibido el Gran Premio del Salón Internacional del Cómic de Barcelona (2004) y el prestigioso Premio Yellow Kid, en 1986 como mejor autor de cómic erótico y en 2005 a toda una vida dedicada a la historieta.

Altuna se encontraba firmando ejemplares de su trabajo a sus fanáticos, pero se tomó un rato para dialogar con CLG.

«Todas las ferias de historietas son importantes para los autores, primero por la difusión, segundo porque te encontrás con colegas y tercero porque te encontrás con los autores. Esto es fantástico y la disfruto a tope», inició.

— ¿Pensó alguna vez que esta profesión que lo hizo feliz iba repercutir tanto en el público?

— A veces recibo ese feedback (risas). No sé si es feliz la gente. Creo que les he dado algo como para pensar, es un medio de expresión. Hay historietas, libros o películas que hacen pensar, inquietan, estimulan o entristecen. Entonces, si yo puedo transmitir lo que yo quiero al lector, eso es lo más importante.

— ¿Cuál fue su primer trabajo?

— Yo empecé en una revista infame que se llamaba «Supervolador». Quisiera olvidarla, pero no reniego de haberla hecho. De eso pasaron más de cincuenta años, pero fue lo que inició mi carrera.

— Tiempo más tarde llegó la sociedad que tuvo con Carlos Trillo…

— Primero fue amistad, porque los dos estábamos en «Satiricón». Andrés Cascioli, director de la revista, me convocó para trabajar ahí. Los primeros laburos los hice con Jorge Guinzburg y ahí lo conocí y sentí que podíamos hacer algo interesante los dos.

— De ahí nacieron grandes personajes como «Loco Chávez» y «El sr. López».

— Era una obra que perduró en el tiempo porque se publicó en diario, imaginate que en esa época Clarín tiraba entre 300 y 400 mil ejemplares diarios y más de un millón los fines de semana.

— «Las puertitas…» no era tira diaria, pero tuvo un gran impacto. También tuvo su versión cinematográfica…

— Sí, porque era en la época de la dictadura y tenía un mensaje inquietante. La gente encontraba mensajes que no imaginábamos que iba a tener. La versión fue decoroso y un final horroroso, un personaje como el señor López no podía tener un final feliz, porque es un cobarde.

— ¿Cuándo se mudó a España?

— Llegué cuando se desató la Guerra de Malvinas, desde entonces estoy allá. Hice muchas de las historietas que se publican aquí, muchos no saben que me fui y viví acá. Yo soy coautor de todo lo que hicimos y fue muy enriquecedor. Aprendí mucho de la forma narrativa de Carlos.

— Lo nuevo que ha hecho es un trabajo con el dramaturgo Hernán Casciari. ¿Cómo fue su experiencia?

— Es muy divertido, somos muy amigos porque el vive en Catalunya y desde entonces hacemos cosas juntos. Él se enteró que trabajaba  en iPad y me preguntó si me animaba a hacer dibujos en vivo mientras él contaba un cuento. Llenamos todo siempre y ahora nos vamos a despedir en Buenos Aires.