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«¿Héroe? No. Héroes son los veteranos de Malvinas y los médicos que salvan vidas»


Aníbal Gómez es jefe de los Bomberos Voluntarios de Rosario, empezó su instrucción con sólo 17 años y afirmó que desde que tiene uso de razón supo que "quería ser bombero". CLG visitó el cuartel en el Día del Bombero Voluntario

Cada 2 de junio se celebra en Argentina el Día Nacional del Bombero Voluntario. Se trata de una profesión que tiene una gran cuota de vocación, valor y sentido de solidaridad. En el marco de la jornada conmemorativa, CLG visitó el cuartel de los Bomberos Voluntarios de Rosario y dialogó con Aníbal Gómez, el titular de la institución, con casi 30 años de servicio a la comunidad.

“Entré en el año 1989 y como todo bombero empecé a hacer el curso. Un año y medio duró la instrucción y en 1991 ya empecé a salir a incendios. Tenía 17 años cuando ingresé”, relató Gómez a CLG. Sin embargo, su historia se remonta a mucho tiempo antes. Desde la infancia supo que quería seguir este camino que, según cuenta, “es muy noble y si bien tiene momentos de tristeza, de dolor, tiene muchas cosas reconfortantes como el agradecimiento de la gente, la solidaridad”. Y añade: “Son caricias al alma que no hay plata que lo pueda pagar”.

Aníbal Gómez vivió gran parte de su vida en Avellaneda y Urquiza. Dicho bulevar es una de las vías de salida que tienen las autobombas hacia la zona norte de la ciudad. Según cuentan sus padres, de chiquito ya le llamaba la atención el camión de bomberos. “Salía corriendo para verlo pasar”, aseguró.

“Toda mi vida, desde que tengo uso de razón, supe que quería ser bombero”, expresó Gómez con seguridad. Los años de carrera y certeza de haber elegido el camino que deseaba, no le quitan peso a la difícil tarea que lleva a cabo cada vez que sale a atender un accidente o un siniestro: “Todos los días tenemos miedo, el miedo nos ayuda a cuidarnos. Todas las personas las personas que estamos acá tenemos miedo. En cada salida, en cada siniestro hacemos cosas que realmente tienen riesgo”.

Al ser consultado por el móvil de CLG sobre algún hecho puntual que lo haya marcado, Gómez recuerda la peor tragedia de la historia de la ciudad: “Salta 2141 fue muy importante para nosotros, no me marcó solamente a mí sino que marcó a toda una ciudad”.

Finalmente, el jefe de Bomberos Voluntarios repara en los pilares de su vida, que lo ayudan a elegir cada día esta profesión. “La familia es fundamental para el bombero voluntario. Una persona que quiera ser bombero si no tiene acompañamiento no podría serlo nunca. Nosotros siendo bomberos perdemos fiestas, perdemos navidades, cumpleaños. Tu familia está festejando y vos estás acá, cumpliendo tu labor, tu servicio. Es fundamental el apoyo de mis padres, mi esposa, mis hijos”, aseguró.

Al hablar de su familia, Gómez dijo que tiene dos hijos. “Uno de 19, que está en la escuela de policía, y uno de 9 que está en la primaria”, indicó. El más chiquito comparte con su papá la pasión por las autobombas y un camino de vocación. “Ya conoce qué hay en cada autobomba, qué hay en cada persiana de los camiones. Su vida gira en torno a los Bomberos”, determinó con orgullo.

Para finalizar, sin restarle importancia a lo que hace, Gómez afirmó: “No me siento héroe ni mucho menos. Somos gente común y corriente que toma esta tarea, que elige ayudar a la gente. Los héroes son los veteranos de Malvinas, un médico que opera un cerebro para salvar una vida. No yo”.

Entrevista: Lina Quispe Cruz

Fotos y video: Fernando Der Meguerditchian