CLG dialogó con Daniel Gallardo, coordinador del comedor Los Pekes, quien relató la cruda realidad que se vive en los barrios más vulnerables
La pandemia del coronavirus no sólo ha traído al país casi 1.400.000 de contagios y más de 37.000 muertes, sino que también ha provocado una situación económica angustiante, que se ve reflejada principalmente en las villas y en los barrios más vulnerables. Los trabajos se pierden, las changas escasean y son cada vez más las personas que deben recurrir a la solidaridad de los comedores, los cuales se encuentran saturados por la gran demanda y las pocas donaciones.
En este contexto, CLG dialogó con Daniel Gallardo, coordinador del comedor Los Pekes, quien relató los malabares que deben hacer para mantener la institución en funcionamiento y la situación que vive la gente del barrio 7 de Septiembre: «No paramos en ningún momento. Desde que llegó la pandemia estamos trabajando mucho más que antes. Nosotros cocinamos de lunes a viernes y estamos dando de comer a entre 220 y 230 personas por día. A veces se nos complica mucho, estuvimos a punto de cerrar».
«Provincia nos ayuda, nos manda alimentos no perecederos, pero nos cuesta mucho tanta demanda. No teníamos nada para cocinar, tenemos que salir a buscar carne, pollo, verduras, y se nos complica mucho. Estamos al pie del cañón», agregó.
Además, Gallardo contó que no sólo creció la demanda, sino que también cayeron las donaciones particulares a causa de la situación económica que atraviesa el país: «Nos manejamos por Facebook donde le pedimos a la gente que nos pueda ayudar. Cuesta mucho, a veces el que menos tiene es el que más ayuda».
En el medio de toda esta situación, lo que más conmueve y duele es el rostro de la crisis económica, que siempre termina siendo el más necesitado: «La gente está angustiada, hay personas que nunca anduvieron por un comedor y que tuvieron que recurrir a uno para poder subsistir», relató Gallardo.
«Hay hambre en el barrio, mucha gente se acerca al comedor. A raíz de la pandemia han perdido el trabajo, hay pocas changas y tienen que salir a tratar de sobrevivir. Nosotros achicamos y le damos un tupper con comida a todos para que tengan algo para comer en el día», añadió.
Donaciones y Navidad
En este contexto, los comedores que enfrentan el crecimiento de la demanda alimentaria necesitan de una forma casi desesperada que lleguen donaciones para poder cocinar las raciones necesarias: «Lo que más falta para el comedor es carne y verduras, hoy una bolsa de papas está $800. Con la comisión directiva juntamos algunos pesitos para comprar, pero vivimos de changas y cuesta».
Además, hicieron un nuevo llamado a la solidaridad: «Se nos quemó nuestro freezer, por eso también estamos solicitando si alguien tiene uno para donar o algún gabinete que no esté pinchado. A veces se nos pudren las verduras y las tenemos que tirar».
Por otra parte, falta poco menos de un mes para Navidad y en Los Pekes ya están preparando una acción solidaria para el barrio: «El 19 de diciembre traemos a Papá Noel y estamos solicitando golosinas, juguetes nuevos y juguetes usados en buenas condiciones».
Quienes estén interesados en colaborar con el comedor del barrio 7 de Septiembre pueden acercarse a la calle Lembú 1510 bis, a la altura de Martín Estrada 8030, o sino comunicarse directamente con Gallardo al celular: 341-3816691.