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Hace diez años hizo 32 gallinitas de chocolate, hoy tiene un exitoso emprendimiento


Adriana Herrera es una vecina de la zona oeste que, para ayudar a la economía familiar, comenzó a vender chocolates y otras delicias dulces. Luego de años de formación y experiencia, lanzó su proyecto a las redes

Por Gina Verona Muzzio

Hace diez años, una vecina de la zona oeste de Rosario tuvo una idea para ayudar a la economía familiar. Adriana Herrera había superado recientemente una enfermedad renal y tenía algunas limitaciones a la hora de salir a trabajar. Como se acercaban las Pascuas, pensó en hacer gallinitas de chocolate y venderlas a conocidos. Nunca pensó que esas primeras 32 figuras de chocolate serían el comienzo de un emprendimiento que no para de crecer.

Adriana contó su historia y habló de su emprendimiento “Sweet Dreams Patisserie” con CLG.  “Hace diez años empecé haciendo unas gallinas de chocolate. La necesidad a veces hace que una haga cosas que no pensaba. Yo venía de haber pasado una enfermedad de riñón, de una operación, tenía mis limitaciones. Se me ocurrió hacer esto para tener un ingreso más. Vendí, me gustó, me entusiasmé y empecé a estudiar”, comenzó Adriana.

Luego de esas Pascuas, la mujer comenzó a formarse sin parar: realizó cursos de chocolatería, pastelería, decoración de tortas y la carrera de pastelera profesional. “Descubrí una pasión que no sabía que tenía”, expresó.

“Mientras estudiaba, comencé a vender chocolates, bombones, tortas. Con los años me fui perfeccionando. Todo fue con la misión de saber más para poder hacer las cosas mejor. Venía vendiendo bastante. Chocolatería más que nada durante Pascua y después en el año, bombones, chocolates en rama”, relató.

Sin embargo, durante la pandemia decidió activar una cuenta de Instagram y darle nombre al emprendimiento que venía gestando durante tantos años. “Siempre vendí de boca en boca. Vendí 32 gallinas cuando comencé, ahora ya no sé cuántas cajas de chocolate llevo. Es increíble. No conocía el Instagram, mi hijo me impulsó a hacerlo. Es algo nuevo para mí, estoy aprendiendo a moverme en las redes porque nunca tuve”, dijo entusiasmada.

Además de meterse en el mundo de las ventas por internet, Adriana trabajó durante todo 2020 “haciendo bandejitas para los fines de semana, budines, pastafrolas”. Si bien el año aciago le permitió seguir emprendiendo, frustró uno de sus proyectos de formación. “El año pasado empecé a hace un profesorado para decoración de tortas, pero con la pandemia no se pudo hacer”, contó.

Para este 2021, Adriana no pretende parar: “Voy a seguir trabajando con Instagram y también de boca en boca. Tengo pensado proyectarme a la venta en algunos negocios. Extender este emprendimiento que comenzó en pandemia”.

“Estoy tratando de armar un tallercito para tener mi espacio, porque yo comencé invadiendo mi casa. Ahora estoy tratando de tener mi espacio y poder separar la casa del taller. En un futuro si puedo hacer el profesorado de decoración de tortas, quisiera incorporar clases”, agregó.