Un 18 de junio como hoy, pero de 1988, el equipo del Coco Basile dio la vuelta olímpica en tierras brasileñas
Este domingo 18 de junio se cumplen 35 años de la obtención por parte de Racing de la primera edición de la Supercopa Sudamericana, tras empatar 1 a 1 ante Cruzeiro en el partido decisivo jugado en el estadio Mineiro de Belo Horizonte, Brasil.
El título internacional significó para la institución de Avellaneda cortar una sequía de 21 años sin salir campeón luego de la Copa Intercontinental lograda en 1967 frente al Celtic de Escocia con triunfo por 1 a 0 en el partido desempate con el recordado gol desde afuera del área de Juan Carlos «Chango» Cárdenas.
El equipo «albiceleste» estuvo comandado por el entrenador Alfio Basile, multicampeón con Racing en su etapa como jugador e ídolo de la hinchada, quien se encontraba en el club desde 1985 cuando consiguió el ascenso a la máxima categoría del fútbol argentino.
El plantel de la «Academia» estaba conformada por varias figuras entre las que se destacaron el arquero Ubaldo «Pato» FIllol, quien en 1987 había regresado al fútbol argentino tras su paso por Flamengo de Brasil y Atlético de Madrid de España.
En la línea defensiva, por su parte, sobresalió la zaga central integrada por Gustavo Costas y un joven Néstor Fabbri, autor del gol del empate 1 a 1 en el partido de vuelta en la semifinal ante River Plate que le permitió acceder a la final, además de los laterales Carlos Olarán y Carlos «Chupete» Vázquez.
La zona del mediocampo titular estaba conformada por Miguel Ángel Ludueña, Jorge Acuña y Miguel Colombatti, pero la figura del uruguayo Rubén Walter Paz resaltó sobre la del resto por su calidad y pegada exquisita, cualidades que con el tiempo lo catapultaron a ser uno de los ídolos más reconocidos de los hinchas.
En el ataque estuvieron José «Toti» Iglesias, quien se anotó con un tanto en el primer partido ante Santos (2 a 0) en octavos de final, mientras que en las fases posteriores se destacaron Walter Fernández, autor de un doblete en el triunfo por 2 a 1 ante River en la semifinal de ida jugada en el Cilindro de Avellaneda, Ramón Ismael Medina Bello y Omar Humberto Catalán, quién anotó el gol en el empate 1 a 1 ante Cruzeiro de Brasil en el partido de vuelta de la final jugada en condición de visitante.
«El título con Racing significó lo máximo en mi carrera, el techo como jugador, y más en un grande del fútbol argentino que hacía mucho tiempo que no se coronaba campeón a nivel internacional», recordó Omar Catalán en diálogo con Télam.
«Haber podido convertir el gol en la final fue cumplir el sueño de mi vida y nada menos que ante un equipo brasileño como el Cruzeiro en Belo Horizonte», expresó sobre el tanto convertido a los 44 minutos de la primera etapa.
«La mayor virtud del equipo fue que nos acoplamos muy bien como grupo y que tuvo un nivel humano increíble y una conducción tremenda con el «Coco» Basile a la cabeza», cerró Catalán.
El arquero Ubaldo Fillol, capitán y una de las máximas figuras del plantel campeón de la Supercopa, por su parte destacó a ese equipo como «muy solidario» y «un grupo de amigos».
«Éramos un equipo muy solidario que nos entendíamos muy bien dentro y fuera del campo de juego. Fue un equipo que era un grupo de amigos con el que nos seguimos juntando una vez por mes en la actualidad», dijo el «Pato» en charla con Télam.
«Teníamos la virtud de sentirnos fuertes como equipo, confiábamos mucho en nuestras condiciones y en el «Coco» Basile, pero nunca subestimamos a los rivales y si bien sentíamos internamente que íbamos a salir campeones, nunca lo dijimos públicamente», continuó el campeón del mundo con el seleccionado argentino en 1978.
«Es un título que quedó para siempre en la historia del club que volvió a ser campeón internacional después del emblemático «Equipo de José» y además fue un verdadero honor haber sido el capitán de ese gran equipo», concluyó Fillol.
La Supercopa de 1988 contó con la participación de los 12 equipos que hasta ese año se habían coronado como campeones de la Copa Libertadores de América: Argentinos Juniors, Boca Juniors, Cruzeiro, Estudiantes, Flamengo, Gremio, Independiente, Olimpia, Peñarol, Racing Club, River Plate y Santos.
En octavos de final Racing se enfrentó al Santos de Brasil con un triunfo por 2 a 0 (José Raúl «Toti» Iglesias y Miguel Colombatti) en el choque de ida jugado en el Cilindro de Avellaneda, mientras que en la revancha igualaron sin tantos en Brasil.
En la siguiente fase, el equipo del «Coco» Basile quedó libre por lo que accedió directamente a semifinales en donde se cruzó con River Plate, equipo al que venció por 2 a 1 en Avellaneda con dos tantos de Walter Fernández, mientras que en el Monumental igualaron 1 a 1 con el tanto agónico de Néstor «Tota» Fabbri en el minuto 90.
La primera final del certamen se disputó el 13 de junio con victoria por 2 a 1 ante Cruzeiro con goles de Fernández y Colombatti, en tanto que en el partido decisivo argentinos y brasileños empataron 1 a 1 con el gol clave de Omar Catalán.