El partido conservador Nueva Democracia (ND) ganó este domingo las elecciones generales en Grecia y obtuvo más de la mitad de las bancas del próximo Parlamento por lo que podrá gobernar solo, sin aliados, según los resultados oficiales con 31% de los votos escrutados.
El resultado fue tan contundente que el primer ministro saliente y líder de Syriza, Alexis Tsipras llamó al líder de ND, Kyriakos Mitsotakis, aún antes que se conocieran los resultados con más de la mitad de los votos escrutados, según la edición en inglés del diario local Kathimerini.
Tsipras llamó por teléfono a Mitsotakis y ambos acordaron que el traspaso de mando será mañana lunes, luego que el presidente del país, Prokopis Pavlópulos, jure al hasta hoy líder de la oposición como el nuevo primer ministro del país europeo.
Los resultados parciales otorgaron a ND 159 de las 300 bancas del próximo Parlamento, 85 a Syriza, 23 para el Movimiento por el Cambio de centro-izquierda, 14 para los comunistas, 10 para la fuerza neonazi Amanecer Dorado y 9 para el partido creado por el ex ministro de Finanzas de Tsipras que rechazó el salvataje de los acreedores externos, Yannis Varoufakis.
Estos comicios estuvieron marcados por el ascenso de la derecha, el fin de los programas de rescate económicos y las altas temperaturas, que podría haber sido clave en la participación.
Las elecciones generales coincidieron también con el cuarto aniversario del referéndum de 2015 en el que más del 60% de los votantes lanzó un terminante rechazo a las troika, tal como se conoció al comando económico integrado por el Fondo Monetario Internacional, el Banco Central Europeo y la Comisión Europea.
Pese a este resultado y debido a la masiva presión de esta troika, Tsipras decidió de todos modos aceptar el salvataje y cumplir con los pedidos de los tres acreedores externos, como reducciones de presupuesto y privatizaciones.
Con el reciente fin del salvataje, la imagen de Tsipras fue reivindicada por muchos dirigentes europeos que antes lo habían criticado con dureza, pero las encuestas de la campaña y ahora los sondeos de boca de urna indican que la sociedad griega no coincide.
Con ese difícil panorama por delante, Tsipras aprovechó el momento en que emitió su voto en el popular barrio de Kypseli de la capital griega para hacer, sin éxito, un pedido de apoyo de último momento.
«La de hoy es una batalla crucial. La damos con optimismo, con firmeza hasta el último minuto. Con optimismo y determinación para que no se pierdan los sacrificios y esfuerzos de nuestro pueblo, para que no se detenga el camino hacia adelante de nuestro país», aseguró.